Es el segundo robo en recintos deportivos del municipio en esta semana
Los ladrones tienen en el punto de mira los campos de fútbol del concello de Pereiro de Aguiar. El pasado jueves entraron en el que hay en Melias y se apoderaron de refrescos y camisetas cuyo valor aún está por cuantificar, ahora le tocó el turno al de la capitalidad municipal, en el que sustrajeron diversos enseres, valorados en más de 3.000 euros, según uno de los responsables de las instalaciones, identificado como H.F.E., de 33 años.
Los delincuentes, para acceder al interior de las instalaciones, cortaron parte de la alambrada de cierre y después destrozaron la puerta que da acceso a las oficinas, cafetería y espacios de ocio.
La Guardia Civil, al igual que en las instalaciones de Melias, inspeccionó el campo de fútbol con el objetivo de encontrar huellas que permitan identificar a los ladrones. Los agentes no descartan que los dos robos fueran perpetrados por las mismas personas. Trabajan con la hipótesis de los delincuentes residen en el municipio, conocían lo que habían en ambos estadios y sabían que por las noches no había vigilancia, lo que conllevó que actuarán con tranquilidad y sin temor a ser vistos por algún vecino.
La Guardia Civil, según pudo saber este periódico, reforzó la vigilancia, sobre todo por las noches, en todas las carreteras locales del municipio ante la sospecha de que los delincuentes tienen previsto perpetrar más robos.
Pero no fue este el único robo en los últimos dos días en la provincia, dado que en Allariz sustrajeron también diversos enseres (menaje de cocina, objetos de decoración, una televisión, ropa de cama y mantelerías) en el interior de una vivienda, propiedad de una mujer, I.D.M., de 67 años, que utiliza el inmueble como segunda residencia, para pasar las fines de semana y vacaciones.
Ventana
Los delincuentes accedieron al interior posiblemente forzando una ventana, en la que, según pudo saber este periódico, no causaron cuantiosos daños. En la zona en que está la casa residen vecinos, pero ninguno se percató de nada extraño durante los últimos días en el lugar.
La Guardia Civil realizó una inspección ocular en la vivienda y su entorno, pero las pesquisas aún no dieron frutos.
