Atacaron el rebaño y tras devorar cuatro reses regresaron por los restos que habían dejado de otra
Dos lobos rondan el municipio de Amoeiro, ya en las cercanías de la ciudad de Ourense, y atacaron en la tarde del domingo el rebaño de ovejas (17 cabezas) que tenía pastando Rosa María González en una finca de su propiedad en el pueblo de A Bergueira. La afectada ignora a que hora de la tarde del domingo se produjo el ataque, pero cuando fue a recoger a los animales se percató de que faltaba cinco de ellos. Alarmada, las buscó por los alrededores de la finca y pronto encontró una, cuyo cuerpo había sido devorado, solamente quedaba parte del costillar y muslos de las piernas.
Rosa María se sorprendió y alertó de lo sucedido a los vecinos del pueblo, acudiendo varios de ellos al lugar. "Cuando ya estaban los vecinos conmigo, aparecen por el camino los dos lobos. Para mí que venían a buscar los restos que dejaron de la oveja", explicó la vecina.
El vecindario solo tenía palos de madera y paraguas en las manos y con ellos plantaron cara a los animales, que optaron por salir corriendo en dirección a las zonas con más matorral. "Ya no recuerdo ver este tipo de fieras por la zona", recuerda Rosa María González, puntualizando que el rebaño suele pastar en una finca que tiene una cerca de alambre de casi dos metros de altura. "El domingo, abrí la puerta para que las ovejas salieron a comer hacia otro campo y fue cuando se produjo el ataque. Si están cerradas en la finca, seguro que no son capaces de entrar", añadió.
El vecindario alertó del ataque a la Consellería de Medio Ambiente y al lugar acudió una patrulla de la Policía Autonómica, que inspeccionó todo el lugar con el objetivo de recabar la mayor información posible sobre la presencia de los lobos en la zona y los daños que causaron.
Según pudo saber este periódico, los agentes no descartan que se trate de una pareja que puede tener crías en algún monte de la provincia y atacara para darles de comer. Esta podría ser una explicación, según las mismas fuentes, de que no aparecieran restos de los cadáveres de las cuatro ovejas y regresaran por los restos de la otra.
CONTROL EN LA ZONA PARA IMPEDIR NUEVOS ATAQUES
Rosa María González está convencida de que se trata de lobos y no de perros asilvestrados. La Policía Autonómica durante la inspección comprobó que los restos que dejaron de la oveja estaban semienterrados. Los agentes vigilarán la zona para localizar a las fieras e impedir nuevos ataques.
