en la ciudad

Las Madamitas agonizaron por el San Lázaro

El ritual pagano de quema de figuritas de papel se alargó ayer por culpa de la lluvia

n n n Cualquiera diría que Ourense ha vivido la explosión de la primavera con su rito más tradicional: la quema de las Madamitas, esas figuritas de papel con tubos de pólvora escondidos que estallan como un petardo, reduciéndose a cenizas rápidamente y que anuncian la nueva estación a través de este rito pagano. Y es que el espectáculo de la fiesta del San Lázaro,ayer fue más lento que de costumbre. La lluvia alargó la agonía de las Madamitas, que necesitaron el impulso de los pirotécnicos. "¿Pero cuando van a explotar?", recriminaban los más pequeños de la fiesta. La paciencia la puso La Gallega, la pirotecnia encargada del show que por poco vio estropeado el lucido trabajo.

La fiesta tiene dos partes: religosa y pagana. La misa en honor de San Lázaro y la procesión del santo desde la parroquia de Santo Domingo hasta el convento de los Franciscanos forma parte de la primera celebración. A la segunda, pertenece el pasacalles, las Madamitas y, por supuesto, las rosquillas.

La alborada de los gaiteiros Gomes Mouro, que repiten en la fiesta, animó al personal antes de la quema de las Madamitas, con la posibilidad de lluvia en el punto de mira de las conversaciones. Por las calles de Paseo, Santo Domingo y el parque San Lázaro sonó el folclore gallego acompañado de los Cabezudos, los otros protagonistas de esta fiesta que arrancan una sonrisa o un choque de manos a los más pequeños.

A las 13,00 horas estaba previsto que el espectáculo de las Madamitas empezase la función. Se adelantó unos tres minutos. 

Una crónica agónica

"Esto non colle o turbo, eh!", grita un hombre desde el parque San Lázaro, provocando una sonrisa en los ourensanos que contemplaban el espectáculo a su alrededor. El pirotécnico de La Gallega tuvo que  "ayudar" a las Madamitas ante el intento de la meteorología de chafar el show. La primera figurita, un barbero, empezó a girar provocando el efecto de un rápido corte de pelo entre los dos protagonistas de papel. Fue necesario prender una llama para conseguir la explosión final. Después de unos minutos, ardió. "¡Olé!", se escuchaba entre los asistentes. Un payaso y un zapatero arreglando el calzado de su cliente siguieron la misma rutina. Lenta. Lo suficiente para apreciar los muñecos de papel más efímeros.

Las rosquilleras, el otro complemento del San Lázaro pagano, no fallaron. 

Guiño a los oficios tradicionales en las figuritas

El ritual de las Madamitas consiste en figuras de papel con tubos de pirotecnia que giran entre chispas hasta  una explosión final. Con colores vistosos, están pensadas para el público infantil, con muñecos sencillos  que este año han hecho un guiño a los oficios ambulantes a través de un barbero y un zapatero. 

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