economía

Más de seis de cada diez menores de 35 años ourensanos siguen en casa de sus padres

El precio de la vivienda, la menor facilidad para acceder a créditos y la todavía alta tasa de desempleo juvenil imposibilitan que miles de ourensanos puedan hacer una vida por su cuenta.

El decenio de crisis ha frenado de modo espectacular la emancipación de los jóvenes ourensanos. Cada vez tardan más en abandonar el nido de sus progenitores. Más de seis de cada diez menores de 35 años de la provincia viven todavía en la casa familiar. En concreto, el 63,29% lo hacía a principios del 2017, según los datos de la última Enquisa estrutural a fogares del Instituto Galego de Estatística (IGE).

El precio de la vivienda, la menor facilidad para acceder a créditos y la todavía alta tasa de desempleo juvenil imposibilitan que miles de ourensanos puedan hacer una vida por su cuenta.

Las cifras han descendido desde 2014, lo que da la impresión de que empieza a ser un síntoma de mayor poder económico por parte de la juventud. Sin embargo, todavía están muy lejos de las cifras de 2008, cuando los que no se emancipaban eran el 57,6%.

Por edades, los menores de 24 años están cada vez más anclados a la casa paterna, ya que el 93,48% no ha echado a volar del nido, por encima del 92,27% de 2008. 

Entre los 25 y los 29 años, la situación empeoró claramente con la crisis. Es el tramo donde más se ha notado. Si hace 10 años la mitad ya vivía por su cuenta (solo el 49,1% no se había emancipado),  ahora se elevó ya casi 13 puntos la cifra, hasta un 61,9% que siguen en la casa paterna. 

El panorama socioeconómico ha cambiado en diez años, y el envejecimiento condiciona claramente la composición de hogares. Aunque los jóvenes tardan más en marcharse, cada vez hay más hogares compuestos solo por personas mayores de 64 años.

Así, en el 29,76% de los hogares ourensanos solo hay personas  de 65 o más años, una cifra no muy superior a la registrada en 2008 –cuando eran el 29,45%–, pero que esconde un dato preocupante y otro para la esperanza. Un 12,9% de estos hogares están todavía en riesgo de pobreza, si bien la mejora en las pensiones de este último decenio ha rebajado la tasa. Estaban en riesgo de pobreza el 30% en 2008, y ahora el porcentaje se ha reducido la situación a la mitad. 

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