Más allá de cuestiones religiosas, acercarse a las principales iglesias católicas de la ciudad es visitar monumentos con siglos de historia
Cuando los turistas llegan a Ourense se impresionan con nuestra magestuosa Catedral. Pero no es el único templo admirable que tiene la capital. Más allá de cuestiones religiosas, acercarse a las principales iglesias católicas de la ciudad es visitar monumentos con siglos de historia, templos que impresionan desde la fachada hasta el último elemento de su interior. Alguno de estos santuarios fue movido piedra a piedra hasta su ubicación actual. Son la arteria religiosa de cada barrio.
Iglesia de San Francisco
Los vecinos del Parque San Lázaro tienen su lugar de encuentro con la fe en la Iglesia de San Francisco. El edificio, que data del siglo XIV, es de estilo gótico y está declarado como Bien de Interés Cultural. Antes de 1929 estaba situada en la parte alta de la ciudad, perteneciendo al Convento de San Francisco. A su ubicación actual fue trasladada piedra a piedra. Todo un mérito.
Iglesia de Fátima
La procesión que venera a esta santa cada 13 de mayo es una de las más populares de la ciudad, que junta a los fieles del Couto con los del resto de la capital. La parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en Ervedelo, es relativamente nueva. El edificio empezó a construirse entre enero de 1948 y abril de 1962, y en él, destaca la imagen en piedra de la Virgen de Fátima, esculpida por Failde.
Iglesia de Santa Eufemia
En pleno corazón de Ourense, y a escasos metros de la Catedral y la Plaza Mayor, se encuentra la iglesia de Santa Eufemia. La fachada es de estilo barroco y presenta algún rasgo asimétrico. El santuario se construyó a partir del siglo XVII gracias a la iniciativa de una fundación privada, sin embargo, su curiosa fachada tardó un siglo más en ver la luz. La iglesia formaba parte del antiguo convento jesuítico. En el interior, el Cristo de la Esperanza preside el altar.
Iglesia de Santa María Nai
Se cree que fue el emplazamiento de la primitiva Catedral de Ourense y su belleza es inigualable desde cualquier ángulo. Se sabe que fue reconstruida en el 1088 por una inscripción en uno de sus laterales. Más tarde, ya en el siglo XVIII, se rehizo siguiendo el estilo barroco. Santa María Nai, la patrona de los sastres, habita en el retablo de madera del interior. La escalinata que conecta la Plaza de la Magdalena con la Plaza Mayor adelanta parte del atractivo de este monumento.
3 Iglesia de la Santa Trinidade
Su aspecto de castillo, más que de santuario, es la esencia de la Iglesia de la Santísima Trinidad, construida entre los siglos XII y XVI. Se encuentra en la calle Padre Feijoo y es de estilo gótico. Se fundó junto a un hospital de peregrinos, el de San Roque. Experimentó varias reformas hasta su estado actual, con las dos torres que custodian la fachada. En el interior del templo se encuentra la Capilla Mayor, y hasta tres retablos, uno de ellos del siglo XVI.
Iglesia de la Santa Trinidade
Su aspecto de castillo, más que de santuario, es la esencia de la Iglesia de la Santísima Trinidad, construida entre los siglos XII y XVI. Se encuentra en la calle Padre Feijoo y es de estilo gótico. Se fundó junto a un hospital de peregrinos, el de San Roque. Experimentó varias reformas hasta su estado actual, con las dos torres que custodian la fachada. En el interior del templo se encuentra la Capilla Mayor, y hasta tres retablos, uno de ellos del siglo XVI.
