Las deudas, hipótesis del parricidio y el suicidio en el hostal de Os Milagros

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El homicida regentaba el hostal de Os Milagros y, antes de disparar al octogenario, alertó a su abogado, a un hijo y a su pareja

El gerente del hostal-restaurante del Santuario de Os Milagros (el edificio es propiedad de la Iglesia), Francisco Feijóo Gómez, mató ayer de un disparo de pistola a su padre, Elías Feijóo Araújo, de 88 años e inválido, y después con la misma arma se quitó la vida con una detonación en la cabeza.

El crimen se produjo sobre las 16,15 horas en una habitación del propio negocio hostelero, situado dentro del recinto del santuario. Francisco Feijóo alertó de lo que iba hacer a su abogado en la ciudad, José Segundo López, que inmediatamente pasó aviso a la Guardia Civil. El homicida también llamó por teléfono a su hijo y a su compañera sentimental (estaba separado de una primera mujer con la que tuvo un hijo y una hija) para que acudieran a esa hora al negocio.

La Guardia Civil se movilizó de inmediato con el objetivo de impedir el crimen y suicidio, pero los agentes se dirigieron a Arnuide (Vilar de Barrio), que era donde residía habitualmente Elías Feijóo, su pueblo natal. Al llegar al pueblo comprobaron que en la casa no había nadie e informaron de ello al letrado, al tiempo que se dirigían hacia el hostal de Os Milagros.

José Segundo López contactó de nuevo con el homicida y éste, según fuentes consultadas, le respondió: "Ya veo que avisaste a la Guardia Civil porque su coche está entrando en la explanada del santuario". Acto seguido, colgó el teléfono. Los guardias civiles, junto con su hijo (trabajaba en el negocio), irrumpieron en el inmueble pero ya se encontraron con los dos cadáveres.

Al lugar acudió una ambulancia, pero el personal sanitario no pudo hacer nada por reanimarlos.

Tres cartas

La Guardia Civil acordonó el hostal y buena parte de la explanada del santuario religioso para impedir el paso de los numerosos curiosos y vecinos que se congregaron en la zona.

Mientras, la Policía Judicial de la Guardia Civil revisaba todas las dependencias del hostal a la búsqueda de pruebas que permitan esclarecer los motivos de lo sucedido. Los agentes, según pudo saber este periódico, encontraron el arma, la pistola que Francisco Feijóo tenía legalmente desde hace tiempo. También hallaron tres cartas de despedida, destinadas a sus hijos y pareja sentimental, cuyo texto no transcendió ayer, pero que podrían arrojar luz sobre el homicidio y posterior suicidio.

La Guardia Civil trabaja inicialmente con la hipótesis de que Francisco Feijóo planificó los hechos y alertó de ello a su abogado para evitar problemas y sospechas sobre otras personas al ser hallados muertos él y su padre.

Descanso de personal

Además de alertar al letrado, el negocio debería estar ayer abierto al público, como cualquier otro lunes. Sin embargo, el homicida decidió cerrar y dar descanso al personal (dos trabajadores, además de sus familiares). Francisco Feijóo tiene una hermana con la que comparte los cuidados que requería su padre, que estaba impedido y postrado en cama, pero ayer le propuso ir a la ciudad con objeto de hacer unos recados.

Los agentes recaban información entre los familiares para encontrar una explicación a los hechos. Inicialmente, no descartan, según pudo saber este periódico, que Francisco Feijóo se viera agobiado por alguna deuda y decidiera poner fin a su vida y a la de su padre, al que al parecer estaba muy unido, para no dejarlo impedido, sufriendo en la cama y al cuidado de personas ajenas a la familia.

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