INCENDIO

La tragedia de un incendio en Taboadela: "Ya vivíamos en pobreza, pero ahora estamos en la miseria"

La familia que residía en una de las caravanas ardidas recibe las primeras muestras de solidaridad

Nazaret Montes y Noelia Chavaud, de 27 y 32 años, el matrimonio que perdió todo lo que tenía en la mañana del pasado lunes en el incendio de la caravana en la que residían en Taboadela, comenzó a recibir las primeras ayudas por parte de particulares. "Nos trajeron algo de ropa para los dos niños", aseguraba ayer la mujer, al tiempo que observaba casi entre sollozos los que fueron sus enseres ahora convertidos a cenizas. "Ya vivíamos en pobreza, pero ahora estamos en la miseria. Nos ardió todo lo que teníamos, incluido el poco dinero de que disponíamos", añadió el marido.

El matrimonio estaba en León en el momento en que se registró el fuego, que calcinó otras dos caravanas -en estas no residían personas- y un coche. La pareja tiene dos hijos, uno de nueve años que en la mañana de ayer acudió con normalidad al colegio y el otro de un mes. Este último tiene preocupada a la pareja," porque se puso enfermo", lamentaba la madre.

La familia se instaló temporalmente en la casa de un familiar, de reducidas dimensiones. "Ya son varios miembros y ahora estamos nosotros, no hay espacio para todos", aseguraba Nazaret Montes.

El matrimonio intentó recabar ayer sin éxito algún tipo de ayuda en el Concello de Taboadela. "Nos dijeron que en estos momentos no hay ningún tipo de subvención para casas y menos para comprar una caravana", relata la afectada.

Así, ambos apelaron ayer de nuevo a la solidaridad de los ourensanos, argumentando que precisan sobre todo ropa y comida para sus hijos. La familia no percibe ninguna ayuda económica y ambos recordaban ayer, prácticamente a dúo, que solicitaron una ayuda por riesgo de exclusión social (Risga), "pero para concedérnosla tenemos que acreditar la residencia en una casa y de buena gana nos iríamos a una vivienda, pero no podemos pagar el alquiler. Como no tenemos casa no nos la dan", apuntaba Montes.

El matrimonio vivía de los pocos ahorros que consiguieron durante los meses de verano recorriendo las fiestas de la provincia con un castillo y una piscina hinchables, que también quedaron convertidos a cenizas durante el incendio. "No sé cómo nos vamos a levantar de esto, ni tenemos ropa de cama, ni electrodomésticos. Ardió todo, quedamos sin nada", lamentaba Noelia Chavaud. 


Apertura de una cuenta corriente para recabar ayudas


El matrimonio planteó ayer al Concello que abra una cuenta corriente para recaudar ayudas para poder rehacer su vida, pero la idea, según Noelia Chavaud, fue rechazada. El matrimonio lleva toda su vida residiendo en una caravana. Ayer, junto en el resto de la familia, tenía previsto abrir por iniciativa propia una cuenta "para que cada uno aporte la cantidad que estime oportuna. De  no ser así, no podemos salir adelante con los dos niños", añadió.

Te puede interesar