TEATRO

Medallas de oro en clásico

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photo_camera Antea Rodríguez y Alba Recondo.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico lanza, cada dos o tres años, una convocatoria para jóvenes actores. Las ourensanas Alba Recondo y Antea Rodríguez forman parte de la nueva cosecha de este 2018 

Pertenecer a la Compañía Nacional de Teatro supone formarse con los mejores profesionales, además de un escaparate para darse a conocer y un trabajo fijo durante una o varias temporadas.

Desde el año 2015, los más jóvenes del terreno teatral tienen la posibilidad de participar en su proyecto "La joven", un puente entre la formación académica y el futuro profesional. Cada dos años, tres esta vez, la compañía abre sus puertas e inicia el proceso de selección del nuevo elenco, a decidir entre 700 inscritos. "Cuando te vas acercando, una parte de ti quiere entrar, pero la otra lo ve muy difícil", explica Alba Recondo (Ourense, 1992), una de las nueve seleccionadas en este 2018.

La primera criba depende del currículum, de la experiencia y de los conocimientos previos. De esa fase salen 150 preseleccionados que se enfrentan a una audición frente al jurado. "Tuvimos que escoger dos monólogos de cinco textos que nos ofrecían y prepararlos a conciencia", comenta Antea Rodríguez (Ourense, 1991), la otra seleccionada de As Burgas. Junto con la prueba, los aspirantes deben pasar una entrevista personal en la que explican su visión del teatro, así como sus motivaciones para entrar en "La joven". "Yo expliqué que llevar los autores clásicos al resto de la sociedad me parece una labor necesaria, sobre todo porque no nos damos cuenta del valor de los autores españoles, como Calderón o Lope de Vega", argumenta Rodríguez. "Quedamos 27 personas que nos formamos durante tres semanas en un taller teatral. Y de ahí... salimos los nueve", dice Racondo.

Entrar o quedarse a las puertas depende, según ambas actrices, más del esfuerzo y de "encajar" con el proyecto que de la suerte o la fortuna, aunque "algo de eso" también hay.


El panorama teatral


Las dos ourensanas coinciden en que la situación actual de los actores teatrales es "terrible", por lo que este trabajo supone una "gran oportunidad". Señala como nuevos problemas del sector las redes o la imagen. "Ahora mismo le dan más importancia a los 'followers' en los perfiles que a las capacidades actorales ", explica Recondo. "No me tiro toda la vida formándome para que me valoren por una foto", sentencia Rodríguez. 

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