La ciudad sumó un tercio de las 1.558 operaciones realizadas en 2016
Las operaciones inmobiliarias en la mayor parte de concellos de la provincia son testimoniales. Así lo certifica un estudio del Ministerio de Fomento que señala que a lo largo del pasado año en 69 de los 92 municipios de la provincia se han vendido menos de diez viviendas. O lo que es lo mismo: el 75% cerraron su casillero con menos de diez transacciones.
En el año 2016 se vendieron en toda la provincia 1.558 viviendas, de las que 1.514 han sido dentro del mercado libre y solo 21 estaban acogidas a cualquiera de los regímenes de protección pública existentes. Por lo tanto, tampoco las administraciones públicas suplieron la falta de iniciativa de los operadores privados, sea por falta de demanda o por carencia de presupuesto.
En algunas zonas de la provincia la construcción de vivienda es residual porque tampoco hay compradores. La despoblación lleva años cebándose también con la demanda de nuevas edificaciones, con lo que tampoco se estimula la construcción. José Fernández, de la inmobiliaria Galirube, percibe que "el mercado de la vivienda rural está hoy muy complicado". Estima que "si se edifica o rehabilita para vivir, algo aún se va haciendo, pero como segunda residencia esa alternativa ya es muy complicada". El interés por este tipo de propiedades ha ido en descenso, a lo sumo se percibe algún movimiento en los alrededores de la ciudad, "pero más allá de veinte kilómetros de la capital las opciones ya son menores", matiza Fernández.
LA CIUDAD Y EL ENTORNO
De las 1.558 transacciones inmobiliarias que se han hecho en la provincia el pasado año, 598 se firmaron en la ciudad, con lo que en torno a un tercio de las ventas se producen en el casco urbano. Más allá de este ámbito geográfico la mayor parte de los concellos apenas han registrado movimiento comercial y hay tres en los que no se ha vendido una sola casa en un año: Beade, Pontedeva y Vilariño de Conso.
En los municipios en los que se han firmado más de diez operaciones de venta en todo el año, aparte de la ciudad, se dan cifras significativas: en Verín se firmaron el año pasado 85 ventas de vivienda, lo que encarama a la villa a la segunda posición por número de operaciones, detrás de la ciudad. Luego se sitúa el concello de Carballiño, con 61 viviendas vendidas, y el de Barbadás va a continuación, con 55 ventas en el último año, gracias a que sigue teniendo en el barrio de A Valenzá uno de sus pulmones inmobiliarios, aunque lejos de tirón de la construcción precrisis.
Con 49 viviendas vendidas el pasado año se sitúa O Barco de Valdeorras, seguida por el concello de Allariz, con 45 equipamientos vendidos. Le siguen, ya con menos transacciones, los concellos de Celanova (33), Pereiro de Aguiar (25) o Ribadavia (19). El resto de municipios ourensanos siguen anclados en la crisis inmobiliaria. Pero, además, la solución se antoja complicada, ya no solo por la escasa demanda sino porque el parque de viviendas vacío se sigue incrementando.
Estos datos presagian, según los empresarios inmobiliarios, que el número de viviendas desocupadas supere el 23% actual.
El alquiler gana enteros año a año en la provincia
“En estos momentos la demanda de vivienda en alquiler supera ampliamente a la demanda de vivienda en propiedad", dice la Federación Gallega de Empresarios Inmobiliarios. Y es que la demanda de compra ha caído, en beneficio de la opción de arrendamiento, que ya supera el 10% en Ourense, según el Instituto Galego de Estadística.
