FIESTA PoPULAR

El menú vecinal que triunfa: pan, chorizo, castañas y cuncas de vino

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photo_camera Un vecino transporta dos bandejas de churrasco con criollos, uno de los platos más

Las asociaciones de la ciudad se rinden ante la tradicional celebración 

La tradición del Magosto obliga a compartir la celebración con familiares y amigos alrededor de la mesa. Por ello, las diversas asociaciones vecinales de la ciudad se preocupan estos días de organizar festejos e invitar a toda la población a disfrutar de una fecha tan especial. La actividad, que para muchos ya arrancó el viernes con los preparativos, comenzó ayer a primera hora para cocineros y "pinches". En su gran mayoría, vecinos voluntarios que se ofrecieron para hacer el trabajo más duro. "Aquí todo o mundo ten que traballar un pouco, dende os maiores ata os novos, coma Yoel, que está axudándonos a levar as bandexas de chourizos", señalan Fina, Jacobo y Lito, los cocineros que ayer se ocuparon de preparar la comida en Palmés para un grupo de 120 personas. El trajín en las cocinas y parrillas se lleva mejor en buena compañía, y en las cocinas no faltó la conversación ni la alegría entre los vecinos. El menú: chourizo, lacón, churrasco variado, castañas y bica.

En Peliquín, además del menú de magosto, los parroquianos organizaron un concurso de tortillas para descubrir a los mejores chefs del barrio. Un jurado valoró cada una de las variedades y puntuó según su criterio, hasta escoger la tortilla ganadora. Además, todos los vecinos participaron en el sorteo de una cesta de Navidad, en la que se incluyeron dulces, vinos y champán. A lo largo de la jornada, la corporación municipal visitó las diversas celebraciones y también disfrutó de la gastronomía.

La asociación cultural de Beiro también organizó una completa jornada festiva para pequeños y mayores. Los 80 participantes en la "comilona" pudieron hacer la digestión con música incluída. Mientras los más pequeños jugaban al balón en los exteriores del local, los mayores se quedaron dentro, divirtiéndose con el karaoke. Además, hubo turno para sentidos homenajes, así como para la entrega de varios trofeos entre los vecinos. "Celebramos aquí o magosto dende fai uns 40 anos, máis ou menos, é unha tradición asentada entre os veciños", comparte Eugenio Iglesias, presidente de la asociación. Además de los que viven en Beiro, ayer la localidad también acogió amigos y familiares de otros lugares, aunque la "gran mayoría" son lugareños. "Nós vivimos en Reza, pero vimos ao magosto porque temos unha finca aquí e case estamos aquí todos os días", explica Xosé Novoa. En Beiro, la cocina es "cosa de homes", según explica Iglesias, y las mujeres ayudan a colocar la mesa.

Los vecinos de A Loña también festejaron durante la jornada de ayer la tradicional fiesta gastronómica. Una empresa de cátering preparó los platos del menú y varios parroquianos se ocuparon de repartirlo entre las mesas para que todos los presentes pudiesen disfrutar de la velada. La música no faltó en el ambiente, así como las conversaciones y, después de comer, las partidas de cartas. En O Polvorín tampoco faltaron a su cita "magosteira", con un menú que incluyó empanada y churrasco, además del postre imprescindible, las castañas. El local de la asociación vecinal acogió la celebración, hasta donde se dirigieron pequeños y mayores para compartir la tradicional comida. En As Curuxeiras se celebró la comida en el campo de la fiesta, organizada por la asociación Laxas, bajo un gran toldo en el que los presentes pudieron disfrutar del Magosto resguardados de la lluvia y del frío. La oferta gastronómica no decepcionó a los vecinos, que disfrutaron del churrasco y de la empanada, y que alargaron la sobremesa hasta bien entrada la tarde. En Zaín, los vecinos escogieron horario nocturno, con una cena a partir de las nueve de la noche.

Durante la jornada de hoy, la celebración continúa en diversos puntos del municipio ourensano.

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