El director general de Seat España visitó este miércoles el concesionario ourensano Copersa, del Grupo Pérez Rumbao, socio "estratégico" de la marca en Galicia.
Seat bate récords de ventas y Mikel Palomera pilota esa carrera, ahora enriquecida con Cupra, la nueva marca que tendrá siete modelos antes del 2021. Visitó es el concesionario ourensano Copersa, del Grupo Pérez Rumbao, socio "estratégico" de la marca en Galicia. El sector del automóvil es de los más dinámicos. Lo que viene será de vértigo y no hay que distraerse.
¿Está preocupada Seat por la situación institucional y política que se vive en España por si condiciona la estabilidad y el crecimiento del consumo?
Más que una situación institucional en la que no podemos intervenir, estamos preocupados por la transición que se está produciendo en el mundo del automóvil y como lo está tratando el Gobierno. Eso es lo que nos inquieta. Estamos muy comprometidas todas las marcas en la descarbonización, pero se tiene que ser ordenada y con criterio porque si no podemos hacer daño a la principal industria de este país.
¿Cree que el Gobierno ha gestionado bien unas declaraciones que han provocado un vuelco en el mercado espectacular?
Yo creo que se ha desenfocado un poco el problema real, que es la renovación del parque automovilístico. La antigüedad supera los doce años y tenemos más de 14 millones de coches con más de diez años. Un coche de estos emite un 90% más de sustancias contaminantes que un coche actual. Ahí había que focalizar el problema: renovar el parque porque los contaminantes van a tardar mucho en renovarse.
Pero el consumidor recibe mensajes confusos. Partimos de que el diésel tiene los días contados o que ahora todo el mundo debe tener un coche eléctrico. ¿Es asumible esto?
Entiendo que crea incertidumbre. Antes era muy fácil la elección: gasolina o diésel, pero ahora el abanico es mucho más importante, sumando híbridos eléctricos, híbridos de gas natural, eléctricos puros, etc. Una de las barreras que tiene el coche eléctrico es la infraestructura de carga, pero esta no es la única alternativa viable porque parece que se nos está llevando a la alternativa del eléctrico y hay otras más.
¿Qué papel jugará Seat en el mercado del eléctrico?
Vamos a tener coches eléctricos puros el año que viene, también híbridos enchufables, pero también vamos a tener alternativas igual de eficientes. El problema de los coches eléctricos es que la mayoría se fabricarán fuera de España y nos crearán una dependencia tecnológica muy importante porque las baterías no se fabrican en Europa. Eso es un problema que vamos a tener como industria a medio o largo plazo. Desde el punto de vista del cliente la transición al coche eléctrico va a llevar su tiempo. Empieza a estar maduro tecnológicamente pero todavía tiene el handicap de la autonomía y el del precio, que es bastante alto.
¿Mikel Palomera como consumidor se compraría un coche diésel?
Sí, sin ningún problema. Hoy tiene la misma categoría energética que cualquier otro coche, cumple perfectamente las normas. Si haces un kilometraje importante te va a seguir saliendo más rentable un diesel. Por lo tanto la respuesta es sí, aunque hay otras alternativas: un híbrido de gas natural prácticamente reduce un 50% el coste de combustible respecto al coche de gasolina, reduce las emisiones, es mucho más limpio y una alternativa muy interesante.
El sector de la fabricación es muy potente pero con industrias que se van a ver muy afectadas por cambios de motorizaciones, robotización, etc. ¿Qué escenario llega?
Hemos perdido la primera ola de los coches eléctricos y lo que han hecho muchas marcas es replegar la producción a los países de origen, sobren todo Francia y Alemania. Lo que no podemos hacer es perder la segunda oleada cuando se empiecen a asignar coches a la producción. Sin embargo, yo creo que sí se van a producir coches eléctricos en España pero tenemos que hacer un esfuerzo por parte de la industria de componentes, incluso alguna de baterías, para no perder esta oportunidad. España es el segundo país productor europeo y eso ha costado mucho lograrlo y no lo podemos perder, porque supone más de l 10% del PIB nacional.
En Ourense hay una buena red de industrias auxiliares, alguna proveedora de Seat. ¿Pueden estar tranquilas en ese sentido?
A corto plazo, por supuesto. A diez años, también. Ya a más largo plazo va haber una revolución, una transformación en el mundo del automóvil y evidentemente todos los proveedores seguramente tendrán que adaptarse. Por ejemplo, el coche eléctrico será más sencillo, requiere menos piezas móviles, etc. Tenemos que adaptarnos a esta nueva situación tanto fábricas como suministradores.
¿Un proceso de cambio que también afectará a los concesionarios?
En diez o quince años no habrá cambios sustanciales. Acabamos de renovar los contratos con toda la red para adaptarnos a las nuevas condiciones del mercado y la digitalización. Se va a producir un cambio en la manera de contactar con el cliente pero al final los clientes seguirán necesitando ver el coche, aconsejarse y probarlo. Desde este punto de vista los concesionarios van a seguir siendo relevantes.
