Las historias personales arrasan. Los lectores, ávidos por saber qué le pasó a Pilar la de la plaza. Se jubiló después de 70 años de curro. Ella es una de las 109.000 pensionistas. Mil millones para ellos.
Lunes, 15 - Qué escándalo, que decía el poli Renault
Qué escándalo! ¡Aquí se juega!" El capitán Renault, el corrupto policía de la película Casablanca hace que se escandaliza cuando intenta cerrar el casino del café de Rick, del que de paso obtiene frecuentes sobornos. ¡Qué escándalo! Hemos descubierto que en una treintena de negocios se ejerce la prostitución en la provincia, locales "vigilados" por las autoridades. La sociedad biempensante hace que se escandaliza. La cosa va, como decía La Región, de erradicar casos de explotación de mujeres. El mismo periódico contó ya en el 2008 que más de 1.600 mujeres ejercían la prostitución, pero en su mayoría ya en pisos y hoteles, fuera de los circuitos "estables". Y si la hemeroteca nos remontase hasta el Paleolítico, encontraríamos actividades semejantes. Y de ahí en adelante, el "negocio" fue acompañando a la sociedad, también a la literatura, no precisamente del género. Hasta Cela en su Mazurca para dos muertos recordaba el oficio en Ourense. Hasta Obdulia Díaz se ganó la fama porque en la década de los 60 crió en su casa a unos 200 niños, hijos de prostitutas de la ciudad, como describía Javier Rey en estas páginas en el 2015. ¡Qué escándalo! ¡Se ejerce la prostitución! Con cuántos capitanes Renault con aspecto de biempensante nos cruzamos por la calle, todavía atusándose el pelo para que no se le note el sofoco del reciente revolcón. Pagando, claro.
Martes, 16 - Cómo agota esto de vivir en revolución
Creo que le atribuyen a Shakespeare decir o escribir "sabemos qué somos, pero no en qué podemos convertirnos". Esta crisis, mucho más profunda y más seria que el simple estallido de la burbuja inmobiliaria, nos está obligando a convivir permanentemente con alguna revolución. Entre otras, intentamos sobrevivir a la tecnológica, pero nos dijo Robert Kennedy Jr. en el Foro La Región que la revolución energética será como la tecnológica. Otra más. Ni la de Cuba ni la de Mao, ni la de los claveles en Portugal. Acabaremos agotados de tanta revolución, cada vez más intensa y más frecuente, como el cólico. Como dijo el autor de Romeo y Julieta, no sabemos en qué podemos convertirnos. Muy cansino esto de vivir en una revolución permanente.
Miércoles, 17 - Pilar la de la plaza, así con su apodo
Pilar Moure Benavides, dice su DNI. Hasta ahí una perfecta desconocida. Con sus 83 años decide dejar su negocio. Normal, diríamos cualquiera, porque se merece una jubilación. Ya, pero ella no tiene apellidos administrativos. Es Pilar la de la plaza. Ni siquiera Pilar, la panadera que regentaba un puesto allí. Pilar la de la plaza, a secas. Y punto. Tajante, como es ella. Hay que tener mucha personalidad para bastarse con ir por la vida con el nombre y el apodo, sin más. Como Elvis Presley, el Rey; como Ernesto Guevara, el Che; como Lady Di, la princesa del pueblo; como Pelé, O Rei. O como Javier Fernández, el Chicharito; como Messi, la Pulga, más en su órbita de incondicional del Barça, equipo de sus amores futboleros. "Dame unha peza de pan daquelas que están cerca da bandeira do Barça, pero que non a tocara, non sexa que se contaminara", le pedí un día. "Como sodes os do Madrid", me espetó con una sonrisa, como si a mí me importase algo el club merengue. Pilar la de la plaza. Sí, la que fruncía el ceño cuando alguien la cuestionaba, sobre todo mujeres. Pilar la de la plaza. Sí, cerró las puertas después de más de 70 años al público, con más horas de trabajo que el reloj. Más famosa en el mercado que As Burgas. Pilar cerró y la plaza cierra algo también. La echamos ya de menos. A Pilar Moure Benavides, también.
Jueves, 18 - Las ratas, Delibes y el céntrico parque
Esto ha de ser cosa del Nini, el chaval de la novela Las ratas, de Miguel Delibes. Ha de ser cosa suya, de su destreza y sabiduría de pillo al que todos acuden para resolver los más variados y extraños problemas. Ha de ser él el responsable de que en el céntrico parque de San Lázaro de Ourense proliferen los roedores. Las ratas, no las de Delibes, saben de inmundicias, no distinguen si están en el centro o le sirven de alimento al Tío Ratero, padre del Nini, el personaje que las caza y las cocina, sí, sí para subsistir. Las del parque de San Lázaro campan a sus anchas por descuido y desatención y ni el Nini ni el Tío Ratero las ponen en vereda.
Viernes, 19 - El perfil de nuestra realidad social
Mil millones de euros al año. Jamás antes esa cantidad, jamás antes tanto dinero para pagar las pensiones públicas. Cada vez más necesidades, más coberturas y edad más temprana para jubilarse. Esta crisis también está sirviendo para ver que la relaciones laborales también tienen su lado áspero, que la gente se quiere ir cuanto antes. A lo mejor tenía razón Woody Allen cuando dijo que la jubilación es para gente que se ha pasado toda la vida odiando lo que hacía. Puede ser, pero también sigo viendo gente enamorada de sus proyectos y sus actividades, como esa pareja de amor duradero, ajena al calendario. Conozco un par de abueletes que andan cultivando castaños en 45 hectáreas de terreno. Tienen 74 y 81 años y andan con una lozanía de espíritu contagiosa. No solo hay gente subsidiada en esta provincia. Pero las que hay, más de 109.000 personas, son muchas. Y lo que gastamos en prestaciones en relación a nuestra tasa de actividad sobrecoge aún más.
Sábado, 20 - Relaciones laborales a conveniencia
La norma que regula las actividades laborales se ha quedado vieja, como dijo el abogado Martín Godino en el Foro La Región. La legislación teoriza sobre una relación empresa y trabajador que ya no queda, y no digo que sea para bien. La norma se pone de perfil ante una realidad que ya no conoce horas extras, que apuesta por un trabajo presencial obsoleto, y que ya bordea las retribuciones pautadas en convenio. El legislador que lea la realidad: las empresas hablan de jornada "a convenir" y sueldo "a convenir".
