SEGURIDAD

Seis mil ourensanos deben justificar las armas de fogueo que tienen en casa

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photo_camera Pistolas y revólveres de fogueo adaptadas para hacer fuego real, intervenidas la pasada semana en la operación Benjamín.

El Ministerio de Interior endureció la legislación para evitar que este tipo de armamento sea adaptado y poder hacer fuego real 

El Ministerio de Interior acotó el marcado de las armas de fogueo. A partir de hoy, solo podrán adquirirlas aquellas personas que acrediten que las necesitan para utilizarlas en espectáculos, rodaje de películas de cine, actividades deportivas, adiestramiento de perros y coleccionismo.

Los que la tienen en casa, unos 6.000, según datos de las armerías, de no cumplir con los requisitos establecidos para la compra, tendrán que entregarlas en intervención de Armas de la Guardia Civil. Los que no lo hagan (hay un mes de plazo) serán sancionados con 600 euros.

Interior aprobó el pasado mes de octubre la nueva legislación, que entra hoy en vigor, para impedir que este tipo de armas, sobre todo las pistolas y los revólveres, sean adaptadas para hacer fuego real y, posteriormente, venderlas en el mercado negro y a través de internet.

La nueva legislación es consecuencia de las sucesivas operaciones policiales contra el tráfico de armamento, la última desarrollada hace justo una semana, en la que fue detenido un joven de Paderne de Allariz, Manuel F.P., de 21 años, además de otras 17 personas (hay otras tres investigadas) en todo el territorio nacional. La Guardia Civil los acusa de integrar una red que se dedicaba a la compra de armas de fogueo adaptadas por hacer fuego real a través de la red. El joven ourensano, además de armas, tenían ocho artefactos explosivos, un cóctel molotov y las diversas sustancias para la fabricación de material detonante.


DELINCUENCIA


Además de las intervenciones de armamento, Interior constató que cada vez son más los delincuentes que, una vez detenidos, "se pudo comprobar que utilizaron armas de fogueo para perpetrar delitos, sobre todo robos en negocios industriales", apuntaron fuentes del ministerio.

Hasta ahora, las armas de fogueo se podían comprar libremente en cualquier armería. El único requisito, según el gerente de la armería Marcial, situada en la calle Progreso, esquina Alejandro Outeiriño, Marcial Tomás Feijóo, bastaba ser mayor de edad y exhibir el Documento Nacional de Identidad (DNI)y guardar la factura. "Desde hace unos tres años, en el negocio llevábamos un registro, del que cada mes dábamos cuenta a la Guardia Civil. Ahora, con la nueva legislación ya no las tenemos a la venta. Los mismos proveedores ya no las ofrecen porque hay que acreditar unos requisitos que muy pocas personas cumplen", apuntó el industrial.

Las armas de fogueo que hay en la provincia están siendo utilizadas, dado que las armerías continúan vendiendo munición a diario. "Hay armas de fogueo que sirven para disparar gas pimienta, pero aquí no se venden. Lo que más se demanda ahora mismo en Ourense son balas de ruido. Las vendo prácticamente todos los días", explicó Marcial Tomás Feijóo.

La mayor parte de las armas detonadoras vendidas en la provincia son pistolas y revólveres, en su mayoría de procedencia alemana, italiana y últimamente de Turquía, que llegaron al mercado con precios más bajos. "Se puede comprar una arma de fogueo a partir de 80 euros. Las hay de 300, dependiendo de la marca y diseño de la pistola o revólver", aseguró el armero. 


CERCO A LOS MÚLTIPLES TALLERES QUE ADAPTAN PISTOLAS Y REVÓLVERES A LO LARGO DE LA RAIA


La nueva legislación sobre las armas detonadoras preocupa en las armerías. "Las ventas ya son pocas y aún encima restringen algunos productos", apuntó Marcial Tomás, puntualizando que las únicas armas que tiene ahora a la venta son las de disparar balines.

 Mientras, la Guardia Civil permanece atenta a la aplicación de la nueva legislación, que prohíbe, además de las compras de pistolas y revólveres de fogueo sin justificación en las armerías, la venta y el intercambio entre los que ya las tienen en sus casas.

En el instituto armado, según pudo saber este periódico,  acordaron vigilar, en colaboración con la Guardia Nacional Republicana lusa, el impacto que puede tener la medida a largo plazo en el norte de Portugal, donde los agentes tienen constancia de la asistencia de múltiples talleres  clandestinos en los que se adaptaban armas de fogueo para hacer fuego real. Después, son colocadas en el mercado a precios que van desde los 100 hasta los 600 euros.

Los dueños de los talleres manipulaban el cañón y la empuñadura para que soporten la acción del disparo y salida de la bala al exterior. La mayoría de las armas que llegaban a estos talleres proceden, según los datos de la GNR, del mercado español, de particulares que las llevan y pagan por la adaptación, o a través de ventas como armas de fogueo a ciudadanos portugueses. La nueva legislación, según la Guardia Civil, podrá fin a este tipo de negocio. 

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