El familiar que dio la alerta temía que el dueño de la vivienda estuviera fallecido
Los bomberos de la ciudad acudieron ayer a la llamada de un vecino ante la sospecha de que un familiar suyo pudiera estar fallecido en el interior de la vivienda, situada en el número 88 de la avenida de Portugal. El dueño del inmueble no respondía a las sucesivas llamadas en la puerta e incluso a través del teléfono.
La alerta se produjo a primera hora de la tarde y los efectivos acudieron de inmediato al lugar con el objetivo de abrir la puerta y auxiliar al dueño de la vivienda. Pero, una vez en el lugar, comprobaron que se trataba de un falsa alarma y que al dueño de la vivienda no había abierto antes la puerta al no escuchar el timbre.
