SUCESOS

La mujer asaltada en su piso: ‘Fueron buenos, no me pegaron'

photo_camera Diego Blanco, Kevin López y Luis Danilo Jiménez, ayer en el Juzgado de lo Penal 2.

La fiscal acusó a tres hombres de planificar y perpetrar un atraco en la avenida de la Universidad 

El asalto con intimidación perpetrado a primera hora de la tarde del 26 de noviembre del pasado año en un segundo piso del número 7 de la avenida de la Universidad perdió ayer intensidad al llegar a la sala de vistas del Juzgado de lo Penal 2. Luis Danilo Jiménez Venegas y Kevin López Gaviria, los dos inculpados que reconocen haber atracado a la moradora de la vivienda, aseguraron que fue algo rápido y sin amenazas por medio. Kevin López lo resumió como "un día malo en la vida de uno", pidiendo, al término del juicio, perdón a la víctima.

Esta última también dulcificó lo acontecido ese día hasta el punto en que, según valoró, "en el fondo, fueron buenos porque no me pegaron". Más aún, aunque ayer reconoció que pasó miedo, tildó de "correcta" la actitud de los atracadores, que ocultaron el rostro con pasamontañas a la hora de describir la escena en la que Danilo, con una pistola en la mano, la vigilaba en la cocina. "Me juró que no me iba a hacer nada y la pistola no me apuntaba, sólo la tenía en la mano y la movía como jugando con ella", explicó. La mujer, pese a que le ataron las manos, aseguró que le fue fácil librarse de las bridas.

Los dos colombianos, Jiménez Venegas y López Gaviria, reconocieron, tal como habían hecho en instrucción, su participación en el asalto, pero con matices y muchas lagunas de memoria por parte del primero. Danilo ayer no recordó, tal como en su día confesó, que fue Diego Blanco el que le dijo que en la casa asaltada había mucho dinero (en el atraco comprobaron que no). Y negó, contradiciendo sus manifestaciones anteriores, que el robo fuera planificado al detalle. Según dijo ayer, fue algo que se les ocurrió ese mismo día, incluida la compra del arma de fogueo. Los lapsus de memoria los atribuyó a que "en aquella época consumía mucho alcohol y cocaína".

Por su parte, Kevin López coincidió con su excompañero de piso en la falta de planificación y que Diego, pese a que les comentó que allí había dinero, los acompañó en el coche y esperó por ellos, aunque no sabía nada de la pistola.

En cuanto al tiempo en que estuvo dentro de la casa, lo redujo a cinco minutos. La policía aclararía después que las llamadas cruzadas entre los asaltantes y Diego en la avenida de la Universidad los sitúan a los tres allí entre la una del mediodía y las 15,20 horas de la tarde.

Diego Blanco negó ayer desconocer las intenciones de los otros dos inculpados cuando acudió a la avenida de la Universidad, pese a que reconoció que en cierta ocasión le comentó a Kevin que había escuchado en el patio de prisión que se decía que en esa casa había mucho dinero (estuvo tres semanas en prisión por un delito contra la seguridad vial). "Yo tenía que avisar por teléfono si veía subir a una señora, pero sabía por qué", explicó. Reconoció que subió al segundo piso y que al verlos con cara tapada "me asusté y me marché al coche porque no quería saber nada", explicó. Por seguridad -aclaró- le hizo una foto al buzón de la víctima. La Policía dice que la imagen fue tomada días antes.

El fiscal reclama una pena de prisión de cinco años para cada uno de los inculpados por un delito de robo con intimidación.

Te puede interesar