No reclamó prisión para el presunto autor tras escuchar las contradicciones de la denunciante
Las contradicciones e incoherencias en las explicaciones dadas ayer en el juzgado de guardia por la mujer que el pasado domingo denunció una violación en el casco antiguo de la ciudad fueron tenidas en cuenta por el fiscal de guardia, Miguel Ángel Ruíz, para no solicitar la prisión provisional para el detenido. Así pues la jueza de guardia dejó al rumano Rudolfo J. en libertad, sin la adopción de ninguna medida cautelar, aunque, por ahora, imputado en los delitos de agresión sexual y detención ilegal.
La denunciante, quien acudió al juzgado ayer por la mañana para ratificar la denuncia y someterse a las preguntas de la jueza y el representante del ministerio público, aseguró que el imputado la condujo contra su voluntad a la vivienda -dijo que la cargó como "un saco de patatas"- que tiene en el número 7 de la calle Pelayo cuando ambos se encontraron en el casco antiguo. Allí, según su versión, la retuvo contra su voluntad durante más de 24 horas, entre la tarde del pasado viernes y el sábado, obligándola a mantener varias relaciones sexuales.
En el piso del inculpado, según la versión de la mujer, de 38 años y vecina de Ourense, la obligó a beber vino para que le fuera más fácil tener relaciones sexuales con ella y puso música a todo volumen para que nadie la escuchara pedir auxilio.
Las explicaciones dadas a partir del momento en que sale de la vivienda son las que más dudas ofrecieron al ministerio fiscal y la jueza de guardia. La mujer asegura que, tras permanecer retenida en la casa, finalmente salieron en la tarde-noche de sábado por los vinos a dar un paseo y que incluso conversaron con amigos de ella. Más aún, emprendieron en la vía pública una discusión que llamó la atención de una patrulla policial a la cual no le relató nada sobre la supuesta violación, que denunció después, el domingo por la mañana, lo que motivó la detención del supuesto agresor pocas horas después.
La instrucción del caso recaerá en el Juzgado de Instrucción 2, el que estaba en funciones de guardia cuando sucedieron los hechos que sustentan la denuncia.
