Día del Libro

El mundo de los libros resiste

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photo_camera La publicación infantil en gallego apenas supone un 12,7% del total.

Los números de edición son positivos en Galicia el número de títulos editados en 2014 ha crecido respeto a 2013 en 426 nuevos ejemplares que ocuparon las estanterías de venta

 

El día del libro se acerca y el dilema del escritor de enfrentarse a la página en blanco vuelve, como cada año, en forma de análisis del sector editorial.
Como con todos los elementos que se pueden cifrar, calcular y evaluar en nuestra sociedad, el hito que llamamos cansinamente crisis juega un papel relevante. Así, cualquier discusión debe remontarse, como mínimo a 2008 si queremos saber desde dónde hemos caído y qué tan abajo nos encontramos. El sector editorial muestra numerosas caras por analizar; sus cifras exhiben un universo imprescindible para la sociedad, que busca asentarse definitivamente.

El ecosistema Ourense editorial se despeñó, en cifras, desde los 173 títulos editados en 2009, hasta los 96 de 2014, una caída que se debe evidentemente a los rigores de la economía.
Leyendo con atención en la letra pequeña que es posible aislar en estos renglones, las asimetrías no dependientes de la crisis emergen amargamente: en la provincia de A Coruña de editaron en el mismo período 1.347 títulos, mientras que en Pontevedra fueron 775. Nuestros vecinos van muchas páginas por delante, en un apartado que no depende directamente de la crisis. Para Ourense, enarbolar tan sólo el 4,2% del total, frente al 58% de A Coruña en la edición de 2013, debe suponer un marcapáginas serio.


En el cómputo global, en conjunto los números de edición son positivos: en Galicia el número de títulos editados en 2014 ha crecido respecto a 2013 en 426 nuevos ejemplares que ocuparon las estanterías de venta.
No obstante, paradójicamente en Galicia se edita mayoritariamente en castellano: la cifra de títulos en castellano casi dobla a la del gallego, 1263 frente a 757 respectivamente. Además, ante al índice general nacional del mundo editorial, el gallego supone una cifra de escasa consideración: apenas un 1,53% del total.
Nuevos formatos, vale la pena reseñar, se abren paso abruptamente: entre los renglones analógicos, el límpido formato electrónico entra en el abanico con fuerza. Este sector creció un 232% en 2014: de 208 un salto estratosferico derivó hasta los 483 títulos.


LOS QUE SE COMPRAN
Frente a los números de la edición, los números de la compra: en 2014 se vendieron menos ejemplares que en 2013 y en 2012, un brusco descenso de casi sesenta mil títulos en el último cuatrimestre. Aún así, ello no supuso una disminución en las cifras finales de recaudación: estas lograron aumentar hasta casi rozar los 52 millones de euros; un incremento leve del 1,64%, que sirve como respiro para la industria del libro.
Tal realidad puede ser tomada como un signo de esperanza, para un sector que busca mantenerse tras el brusco tsunami de la crisis, que le arrancó de un cuajo cientos de páginas, y obligó a reescribir el índice del devenir del negocio.
Esta lectura, como norma obligada, nos impele a ser optimistas con respecto al sector de las letras y las páginas, sin importar en absoluto el formato que las contenga, o la temática que alberguen sus páginas.

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