DEMOGRAFÍA

Los nacimientos caen a mínimos y dejan a Ourense a la cola de España

La despoblación rural concentra los alumbramientos en la ciudad, donde nacen casi la mitad de los niños de la provincia 

La provincia de Ourense ahonda en la crisis demográfica y los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística esta semana abocan todavía más al pesimismo y la resignación de muchos ourensanos. O hay un cambio drástico de paradigmas, o la situación de pérdida de población no se revertirá.

Ourense sigue siendo la segunda provincia con menor tasa de natalidad –1.694 nacimientos–, con los datos actualizados a 1 de enero de 2018 . El año pasado fue, no solo horrible, sino el peor de la historia. La menor cifra de alumbramientos de la historia, combinada con más fallecimientos que años anteriores –a lo que contribuye una población cada vez más envejecida–dañan, y mucho las perspectivas de futuro de la provincia.

Con apenas 5,4 nacimientos por cada 1.000 habitantes, Ourense se quedó en 2017 muy lejos de los 8,4 por cada mil registrados en toda España, y solo muestra mejores cifras que Zamora, con una tasa de 5,1. Eso supone una media de 4,6 alumbramientos diarios, una cifra lejana a la de hace 40 años.

La despoblación de gran parte de la provincia, en especial la zona del rural, tiene su reflejo en la evolución de los nacimientos a lo largo de los años, que se concentran cada vez en mayor medida en la capital. En 1977, solo el 36,4%de los nacimientos se registraba en la ciudad, una cifra que subió 20 años después hasta el 41%, mientras que ya en 2007 la capital acogía el 43,5%. Esta tendencia se ha vuelto a manifestar en 2017, que sigue la misma línea de consolidar casi la mitad de los nacimientos en la capital. Una cifra que se eleva mucho más si se tiene en cuenta la comarca de Ourense, que registra ya más del 60% de alumbramientos.

Pero lejos de ser una buena noticia, que la ciudad tenga la mayor parte de nacimientos no es lo relevante, ya que la tendencia también es aquí descendente en números absolutos, ya que respecto a 1977, los alumbramientos han caído a la mitad –de 1.664 a 736– .

El problema resulta más agudo al comparar la situación que dibuja el reciente estudio del INE con otras capitales provinciales de tamaño semejante al de Ourense. Ahí brota de nuevo el pesimismo


Odiosas comparaciones


Sin ir muy lejos, Lugo, con menos habitantes que Ourense, tuvo en 2017 casi un centenar más de niños nacidos –832 frente a 736–, Girona, con 5.000 habitantes menos, tuvo 300 nacimientos más que la capital ourensana; o Cáceres, que con hasta 10.000 vecinos menos que Ourense, tuvo 56 nacimientos más a lo largo del año pasado.

También pierde la ciudad respecto a Guadalajara, con casi 30 nacimientos más y 20.000 habitantes menos; Toledo, con 130 nacimientos más pero casi 25.000 habitantes menos; y Ceuta y Melilla, que superan del largo a Ourense.

En cuanto a una comparación a nivel provincial, Ourense también sale perdiendo respecto a otras de tamaño similar. La Rioja, con casi la misma población que la provincia de Ourense, vivió en 2017 2.565 nacimientos, frente los apenas 1.694 alumbramientos ourensanos.

Álava, 2.959; Salamanca, 2.025, o Lugo, 2.078, toman la delantera con diferencia también a Ourense pese a contar con solo entre 10.000 y 20.000 habitantes más.

Pero lo peor viene por atrás. Huesca, otra de las afectadas por la despoblación, tuvo 1.722 nacimientos –28 más que Ourense, con 100.000 habitantes menos–, o Guadalajara, con 60.000 habitantes menos, y más de 2.000 nacimientos. 

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