DEMOGRAFÍA

Una natalidad en mínimos históricos resta 10 personas al día en Ourense

El primer semestre de 2018 fue el de menos nacimientos de la historia, lo que deja el récord negativo de saldo vegetativo

El dramático descenso de población en la provincia de Ourense se agrava y, lejos de revertirse, la primera mitad de 2018 se ha convertido en el peor semestre en el número de nacimientos de toda la historia. Y no solo eso, sino que entre las provincias de interior que más sufren la acuciante lacra de la sangría demográfica, Ourense se perfila como la que peor pinta un futuro más negro, cuya reversión se fía ahora a la llegada de inmigración.

Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del número de alumbramientos en el primer semestre de 2018 son tajantes. Respecto al mismo periodo del año anterior, los nacimientos cayeron en un -12,74%, la tercera provincia con un descenso más pronunciado. Solo la superan La Rioja (-13,7%) y Badajoz (-12,9%).

En los primeros seis meses de este año, nacieron en Ourense un total de 746 niños, frente a los 855 que habían nacido en el primer semestre del 2017. Es la caída interanual más pronunciada en términos interanuales en todo lo que ha transcurrido de siglo.

Las cifras de alumbramientos están muy lejos del año precrisis, 2008, cuando se alcanzo el máximo de todo el siglo XXI, con hasta 1.047 niños nacidos en el primer semestre, 301 más que los que se contabilizan ahora. Desde ese año, las cifras fueron cayendo progresivamente, con algunos repuntes, como entre 2013 y 2014, o en los primeros seis meses de 2016.

Pero ahora, la deriva parece ir cuesta abajo y sin frenos, con un acelerón en la caída de nacimientos que empieza a resultar francamente preocupantes. Y más si se comparan con otras provincias también aquejadas del mal de la despoblación. En la mayor parte de ellas, los nacimientos se han estancado en mayor o menor medida a lo largo de este año. En Palencia se redujeron un -8,5%, en Lugo, un -3,9%, en Huesca cayeron un -3,5%, en Zamora se contrajeron en un -0,8%, mientras que crecieron en Soria crecieron (+7,6%) y en Teruel un (+2,68%).

El INE también publicó ayer los datos actualizados y provisionales del primer semestre de 2018 en cuanto a número de defunciones, que se situaron en los primeros seis meses del año en 2.529, algo por debajo de las 2.564 del mismo periodo del año anterior.

Al poner en la balanza los fallecimientos y los nacimientos, las cifras hablan por sí solas y se alcanza el peor saldo vegetativo –diferencia entre alumbramientos y defunciones– de la historia. Si el año pasado a estas alturas se marcaba ya un récord negativo con -1712 personas, ahora se ha vuelto a superar, con un saldo de 1.783 nacimientos menos que muertes en la provincia de Ourense

Con estas cifras, se puede concluir que durante la primera mitad de 2018 y sin contar los flujos migratorios, cada día el censo de habitantes de la provincia pierde 10 habitantes, debido al grave declive demográfico.


Seis veces menos que en 1941


Echando la vista mucho más atrás, las comparaciones cogen tintes mucho más dramáticos. Los nacimientos producidos en el primer semestre de 1941 eran 4.888, seis veces más que ahora. En 1951, las cifras estaban en 4.340, en 1961 eran 3.429, en 1971, 2.385; en 1981, 1.962, y ya en 1991 eran 1.152. Y todo esto, sin apenas movimiento en el número de fallecimientos. 


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