CRóNICA

“¡No somos frikis!"

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photo_camera Equipo Marbot, del colegio Maristas de Ourense, uno de los más numerosos de la competición.

La fase autonómica de la First Lego League que se desarrolló el pasado sábado en la facultad de Informática de la UDC, en A Coruña, se convirtió en una reivindicación de la fascinante "aventura" de la ciencia y el universo robótico.

Dos equipos ourensanos, diez en la competición y un buen número de "juniors" en los que eran sus primeros y expectantes pasos en ciencia e investigación. La fase gallega de la Lego League dejaba el pasado sábado en su paso por el campus de Elviña, en A Coruña, un buen número de enseñanzas con las que regresar a casa, anécdotas, experiencias de trabajo en equipo, colaboración y compañerismo como grandes activos, y un grito unánime, la reivindicación de normalidad en los pequeños investigadores que llenaron de sonrisas la edición gallega del concurso internacional en el que España es uno de los países europeos más activos.

"¡No somos frikis!" proclamó poco antes de la entrega de medallas a los participantes una de las jóvenes presentes en el salón de actos de la facultad de Informática de A Coruña. "¡No somos frikis!" repitió poco después el conductor de la gala, el mago Martín Varela, y con él el resto de jóvenes y pequeños presentes en el auditorio coruñés -de toda Galicia y Gijón de entre 6 y 16 años- que sumaron sus brazos en una simbólica "ola" de ida y vuelta de entusiasmo, satisfacción tras meses de preparación de sus proyectos, y promesa de regreso a la edición del año próximo. "¡No somos frikis!", unieron después sus voces profesores, padres y acompañantes de los jóvenes investigadores gallegos, que estarán representados en la fase nacional de marzo en Girona por el equipo coruñés de Tecnorois después de una competición tan intensa como esperanzadora en lo que de innovación y descubrimiento de jóvenes talentos lleva consigo.

Robótica e investigación

Los robots marca Lego de los participantes, entre ellos los equipos Marbot del colegio Maristas Ourense y M.A del Guillelme Brown, fueron protagonistas destacados de una competición inicial de robótica en la que programación y desempeño de las misiones asignadas eran los retos a superar, y en la que los equipos ourensanos pagaban su inexperencia en el manejo de los pequeños ingenios del universo Lego, que en el caso de los competidores más preparados fueron capaces de asombrar con sus precisas evoluciones sobre la mesa de trabajo.

La siguiente fase del desafío llevó a los participantes a enfentarse a un exigente jurado científico al que exponer y mostrar sus ideas en la mejora de la gestión de los residuos, tanto en recolección, clasificación o reutilización inteligente, defendiendo de forma tan pasional, colaborativa y coherente como fuera posible el trabajo realizado durante los últimos meses.

Satisfacción final, sonrisas y deseo de seguir trabajando de cara ya a próximas ediciones del desafío y un recuerdo, tan unánime como el grito lanzado por los participantes, al valor de la ciencia como activo fundamental en su futuro.
 

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