LUCHA CONTRA EL CÁNCER

La solidaridad lleva peluca

La sede de la AECC en Ourense cuenta con un nuevo local para el asesoramiento estético de sus usuarias que cuenta con un banco de 70 pelucas. El único requisito para adquirirla es devolver el postizo en perfecto estado. 

Enfrentarse al tratamiento para combatir un cáncer no es fácil, y más cuando dicho tratamiento tiene efectos secundarios como la caída del pelo. Para muchos pacientes, sobre todo mujeres, esta caída del cabello es un mazazo muy grande que incluso puede traer secuelas psicológicas. 
Para llevar mejor este efecto secundario, muchas personas deciden comprarse una peluca, aunque el elevado coste que puede tener hace que no todos se puedan permitir este gasto. Es en este punto cuando la sede ourensana de la Asociación Española contra el Cáncer decidió tomar cartas en el asunto creando un banco de pelucas para sus usuarios. Además de ofrecerles asesoramiento estético para el cuidado de su físico. 

La AECC Ourense lleva ya muchos años prestando pelucas y dando apoyo en este campo. Así lo contó la trabajadora social de la asociación Rocío Taboada, "pero agora temos un espazo habilitado máis xeitoso". Gracias a la donación de 2.000 euros por parte del Rotary Club de Ourense, la sede de la asociación, situada en la calle Curros Enriquez, cuenta con un salón de belleza propio en el que las usuarias pueden recibir asesoramiento de imagen y pueden elegir entre los casi 70 postizos expuestos en vitrinas. Además de eso, a través de esta generosa aportación, pudieron incorporar dos nuevas piezas al lote. 

La presidenta de la asociación,  Dora Gómez, resaltó, durante la presentación ayer de estas nuevas instalaciones, que ahora "haremos un asesoramiento más próximo e íntimo a las usuarias". 

En lo que va de año, la AECC de Ourense ha ayudado a 152 mujeres, de las cuales 55 han recibido ese asesoramiento estético. Por otro lado, el banco prestó 41 pelucas y 25 mujeres ya han solicitado el programa. 

El estilista Quique Martínez, que colabora con la asociación desde hace tres años, es el encargado de que las pelucas sienten lo mejor posible a las usuarias adaptando el corte y el color a sus gusto y luego acondicionarlas, tratarlas y lavarlas para la siguiente usuaria que se la vaya a poner, porque el único requisito que les piden es que devuelvan el postizo cuando acaben el tratamiento. 

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