Algunos locales del centro cotizan a 6.000 euros al mes por una superficie de 200 metros cuadrados
Los precios que se pagan en el centro de Ourense —en torno a 6.000 euros al mes por 200 metros en alquiler— no amilanan a los comerciantes, sobre todo a los de fuera de la provincia. Hace ya tiempo que las grandes inversiones en la milla de oro no las desarrollan los titulares de los comerciantes con raíces en la ciudad. Al contrario, son las grandes enseñas o las franquicias las que están moviendo la actividad en cuanto a aperturas.
Paseo, Santo Domingo, Juan XXIII y alguno de los tramos de la calle Progreso siguen siendo los emplazamientos con tirón para buscar nuevas aperturas. En estos momentos la clínica Vitaldent está realizando obras en Progreso, al lado de la gasolinera de Pérez Rumbao, para tarsladarse en breve, dejando vacío el local de la rúa Concordia. Hace unas semanas que su competencia, Dentix, abrió también su clínica en el Paseo, en el lugar en el que estaba Hermanos Barros.
Otras franquicias con un gran desarrollo siguen buscando localizaciones en la ciudad, según fuentes conocedoras de estas operaciones. La marca Tiger está presente en más de una veintena de países, entre ellos España, y su modelo de basa en la venta de pequeños artículos para el hogar a precios muy competitivos. Representantes de la marca siguen negociando emplazamientos en el Paseo o Juan XXIII, luego del algunas intentonas protagonizadas la pasada primavera y que no llegaron a cuajar.
También la marca de moda y complementos Mango quiere cambiar de aires y no descarta montar una tienda en la calle del Paseo, una zona en la que también otra franquicia podría abrir sus puertas dentro de unas semanas.
COMPLEMENTOS
Se trata de la enseña Parfois, una multinacional instalada en varios países del mundo y que comercializa complementos de moda. El centro sigue siendo, por lo tanto, un emplazamiento ambicioso para nuevos comercios, pero también con unas rentas por alquiler muy altas para estos tiempos de crisis. Fuentes del sector reconocen que parte de los comerciantes ourensanos "aunque quisieran" no podrían pagar los precios que se piden en el Paseo. A los costes de la renta hay que sumar algunos añadidos, como por ejemplo los gastos comunitarios. Hoy, sobre alguno de los locales vacíos en la calle Juan XXIII, pesan 1.200 euros de renta mensual de la comunidad de vecinos. Ourense, pese a la crisis, sigue siendo receptora de comerciantes, aunque bajo otras fórmulas. Las franquicias de tipo medio quieren llegar a las ciudades con más de 100.000 habitantes. Y en ello están.
