OBRAS

La obra de urgencia de la vieja cárcel durará un mes

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photo_camera Una persona, caminando por la acera de la vieja cárcel pese al precinto policial.

El Concello adjudicó por 18.300 euros parte de la reparación del inmueble

El Concello de Ourense ultima la contratación de los trabajos de reparación urgentes de la antigua prisión, pendientes de trámites administrativos, para garantizar la seguridad del inmueble y de los ciudadanos. La Concejalía de Urbanismo ha decidido encargar los trabajos a la empresa Adecon, que presentó un presupuesto de 18.338 euros y que realizará las obras en un plazo estimado de entre dos y cuatro semanas, según las previsiones que maneja el gobierno municipal.

Además de Adecon, otras dos empresas se interesaron por realizar las reparaciones, una con oferta similar a la que finalmente fue elegida, y otra que presentó una propuesta económico de unos 8.000 euros, que los técnicos municipales descartaron al entender que existía una baja desproporcionada. Al ser la cantidad de las obras, menor de 21.000 euros, la obra no necesitó salir a concurso, pudiendo ser adjudicada directamente.

Entre las actuaciones que se prevé ejecutar en el inmueble, están la colocación de una valla metálica en la fachada, el desmontaje del listón de madera, la colocación de elementos para impedir filtraciones de agua al interior, la eliminación de la vegetación o trabajos en el edificio anexo de la prisión.

La Concejalía de Urbanismo se vio obligada a acelerar el proceso de contratación al producirse a principios de este mes el desprendimiento de cascotes de la fachada, lo que obligó a precintar el tramo de acera de la rúa Progreso en el que se encuentra la antigua prisión para evitar que se produjesen daños, lo que no ha impedido que los peatones sigan utilizando ese camino, pese a las advertencias del precinto colocado por la Policía Local el día 5 de este mes.

Un informe del aparejador municipal de principios de julio reflejaba que a mediados de mayo, ya se había emitido un dictamen desfavorable de la Inspección Técnica del Edificio, urgiendo la adopción de medidas preventivas para evitar daños. Sin embargo, la falta de personal municipal y de material retrasó los trámites a seguir, ya que se aconsejó cerrar la calle en ese tramo a los peatones el 1 de julio, pero la coincidencia con las Fiestas de Ourense impidió disponer de vallas para cortar la calle, algo que no se pudo realizar hasta unos días después.

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