EN LA CIUDAD

Las obras en el paseo de la Alameda dispersan el botellón

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photo_camera Los asistentes se aposentaron en su mayor parte en la zona ajardinada de la Alameda.

Los jóvenes se desplazan a la zona libre de vallas, a las traseras del recinto o al Parque Barbaña

El vallado del paseo central de la Alameda para instalar los puestos de la Plaza de Abastos mientras esta sea reformada está dispersando a los jóvenes que acuden de forma habitual cada fin de semana a consumir alcohol en plena vía pública, en el corazón de la ciudad.

En la madrugada de este pasado domingo, los asistentes, ante el vallado que delimita las obras del mercado provisional, se instalaron a partir de las 00,30 horas en la zona de la Alameda con salida hacia la rúa Parada Justel, donde el firme es de tierra y están los espacios ajardinados. A partir de esa hora, la iluminación disminuye, pero a los jóvenes, entre los que suele haber menores de edad –según explicaron fuentes policiales–, no les importó la penumbra, dado que se aposentaron en bancos y barandillas, permaneciendo en el lugar hasta entrada la madrugada.

Pero esta zona no fue la única con botellón, dado que también los hubo que ante el vallado optaron por colocar las litronas y sentarse en los bancos que hay en la zona que se conoce como Trasalameda e incluso en las barandillas que cercan el espacio en que se asientan los vendedores que acuden con hortalizas al mercado de Abastos e incluso en el cercano Parque Barbaña. "Si no hubiera vallas estarían todos en el paseo central de la Alameda, pero esta noche se asentaron en varios lugares", explicaron los agentes.

Precisametne, dos patrullas de la Policía Local controlaron durante toda la madrugada del domingo cada uno de los movimientos de la participantes en el botellón para impedir altercados y la venta y consumo de sustancias estupefacientes. A la vigilancia se sumó de forma esporádica una patrulla de la Policía Nacional recorriendo con su coche la zona.

Basura

Como viene siendo habitual, una vez finalizada la fiesta, el recinto ajardinado quedó lleno de botellas de plástico y cristal, vasos, bolsas y papeles, que fueron retirados por la mañana por los efectivos de limpieza.

La Policía Local estuvo atenta a los movimientos de los asistentes para realizar el correspondiente informe sobre sus movimientos, dado que el paseo central de la Alameda continuará cerrado mientras durante las obras de mejora de la Plaza de Abastos.

Desplazamiento

Los agentes intentaban en la madrugada del domingo averiguar hacia los lugares que se desplazan los jóvenes, para trazar una estrategia para el futuro con el objetivo de tomar medidas de seguridad y control.

La responsable de la Policía Local, María Barrera, explica que ya se están detectando pequeños grupos de jóvenes que se han trasladado a otras zonas de la ciudad, en las que normalmente no provocan ningún tipo de incidentes.

La jefa de los agentes locales puntualizó que la presencia policial se intensificará en todas las zonas en que se vaya detectando botellón, tomando medidas para castigar infracciones como depositar basura –botellas, bolsas y vasos– en la vía pública o incluso llegar a orinar contra las fachadas, acera y espacios ajardinados.

En lo que respecta a la madrugada de este pasado domingo, las horas discurrieron sin grandes incidentes salvo dos discusiones entre cuatro jóvenes, que no llegaron a las manos, según las mismas fuentes. Tampoco tuvo que intervenir el personal sanitario por problemas derivados del consumo de alcohol. 

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