EN CLAVE

El otoño no retrocede a primavera

El calendario está al reves, dice que va a la primavera, pero está en modo otoñal: le cae la hoja al Ateneo, hay crepúsculo empresarial, relevo sindical y el amarillo llega a los pisos caros.

Lunes, 6 - Los siete que circulan sin la ITV

O sea, que de cada cien vehículos con los que nos cruzamos, siete no han pasado la ITV, ese proceso administrativo indispensable para que el coche siga circulando, lo que garantiza alguna cosa en materia de seguridad, insuficiente para hacer el Fangio. Coincidiendo con esa noticia que daba el periódico el lunes había nueva tanda de entrenamientos oficiales en Montmeló para poner todo a punto para la temporada de la Fórmula Uno. Creo que el coche de Alonso se libró del 7% que circulan sin ITV. De milagro.

Martes, 7 - Una de carreras pero no en cuádrigas

Bien podían haber emulado a Ben Hur y medido sus fuerzas sobre cuádrigas demostrando maneras de domador ante briosos corceles, pero no los de motor. O medir sus fuerzas en carrera a pie. O correr hasta la extenuación como hizo el soldado griego que fue desde Maratón a Atenas para comunicar la victoria del ejército ateniense frente a los persas. Pero esas cosas cansan mucho. Mola más demostrarse agallas y espolones conduciendo y, de paso, saborear ese ácido perfume del peligro, del límite, agigantado por el riesgo sobre terceros. La velocidad libera feromonas, como el cortejo o la berrea de los ciervos. Ourense es una provincia que siempre atendió la llamada de la velocidad de los coches. Siempre fuimos un lugar en el que se invocó lo de ferriño a fondo e fe en Dios. En el periódico del martes encontramos una información sobre carreras ilegales en una calle de A Ponte, espantando al vecindario. El reto, a modo de secuela de las inefables pelis de The Fast and the Fourius, iba acompañado de peleas y alguna otra actuación para dar sustancia. En abril del 2015 Carlo Ancelotti, entrenador entonces del Real Madrid, dio una rueda de prensa y los periodistas le preguntaron un par de generalidades y, de paso, por un reciente pinchazo del Barça, el eterno rival. Sin perder un ápice de compostura el italiano respondió: "No vi al Barcelona, estuve en el cine viendo Ben Hur". Los protagonistas de las carreras de A Ponte, si no quieren ir al cine, que por lo menos vean al Barça, que esta semana hizo una machada ante el PSG. Por lo menos dejarían a los vecinos en paz.

Miércoles, 8 - El ejemplo de las flores en el alcorque

Decía un concejal de Limpieza del Concello de Ourense que no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia. Tapaba con ingenio retórico las indudables carencias del aseo urbano. Qué bien le hubiese ido al desaparecido edil que todos los ciudadanos fuesen como Jesús Conde, un paisano de A Ponte, que luce 73 primaveras y se le ha dado por ser el MacGyver del barrio, que lo mismo retira un chicle pegado en la acera que embellece con plantas los alcorques. Es de esas rara avis que aún quedan, esa gente con un alto sentido de la urbanidad, del respeto a lo público, a lo que alguien construyó con mimo y dinero público. En la foto de portada aparece rodilla en adoquín, meciendo las ramitas de una planta. Por el periódico adelante aparecieron luego otros ejemplos menos edificantes, como la pelea nuestra de cada día entre algunas organizaciones empresariales, con protagonistas crecidos en la batalla por ver quien llega antes a la meta de la irrelevancia, ya al alcance de la mano. Aún acabará interviniendo ahí don Jesús Conde, porque el desaguisado ya no lo arregla ni MacGyver.

Jueves, 9 - Pasar el índice por encima de las fotos

Aquí he pasado momentos increíbles, me decía un colaborador señalando la información del periódico que aludía a la subasta del antiguo Club Tenis, local ocupado también por el Ateneo los últimos tiempos. Destiló un mohín de nostalgia mirando la foto de la información, incluso la tocó con el dedo índice. El Liceo llegó a tener más de 3.000 socios, le quedan unos 800. El Orfeón expiró hace décadas dejando tras de sí recuerdos, el eco de las voces de personajes insignes que lo frecuentaban, alguna foto sepia y un local que cayó pronto víctima del Síndrome de Diógenes. Mi generación despidió el Avenida, el Losada, el Xesteira, el Mary, el Pequeno Cine, el Duplex, el Novocine. El otoño es lo que tiene, se desprende de todas las hojas. Lo malo es que el otoño solo da lugar el invierno, nunca retrocede a la primavera. La cultura permanece, lo hace con otros soportes, con otros valores, otros medios para difundirla. El resto es nostalgia, evocadora, pero siempre triste. Todos hemos pasado el índice por encima de muchas fotos.

Viernes, 10 - Años duros, también para el sindicato

Ha llegado la hora del relevo en Comisiones Obreras. Ana Barrios pasó años duros al frente de la organización en Ourense. Años en los que se administraba paro, precariedad, ERE, despidos, cierres de empresa. Años en los que la situación invitaba a una huelga general cada semana. Años en los que casi a diario había motivos para tomar el megáfono para chillar ¡Compañeiros! Años en los que la crisis, como las culebras, iba obligándonos a mudar de camisa como un efecto natural, no provocado. Años en los que la confianza de los trabajadores galopaba pero en la dirección contraria en la que iban los sindicatos. Ana lo deja, Ana deja paso a Pedro Leónides Barreiros. "Toca facer esforzos e recuperar dereitos", dijo en La Región. Noble tarea, conviene que administre fuerzas. Suerte.

Sábado, 11 - La opulencia ha vivido en buena casa

La tuna rondaba bajo el balcón de nobles edificaciones. Las princesas descolgaban cuerdas desde la torre del castillo para que las salvasen apuestos nobles. La memoria y la fantasía se confunden pero crean un imaginario en el que todo lo bueno está en casa grande y cara. Y resulta que hay muchas en Ourense y ya ni la opulencia se da vendido. 

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