Uno que no juzga, tan sólo se guía por la mera observación, percibe la encrucijada de una institución como la Iglesia. Difícil tarea la de iluminar los caminos de la fe en una sociedad en la que sobran ya destinos y todos andan aferrados a lo material y al excepticismo. Ellos siguen.
nnn Uno que no juzga, tan sólo se guía por la mera observación, percibe la encrucijada de una institución como la Iglesia. Difícil tarea la de iluminar los caminos de la fe en una sociedad en la que sobran ya destinos y todos andan aferrados a lo material y al excepticismo. Ellos siguen.
