Los ourensanos entre 15 y 40 años se reducen en una década en 24.500

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photo_camera Un grupo de personas de avanzada edad, en un banco de Barbadás.(BELAY)

La caída de población joven en esta década es la más alta de Galicia en términos porcentuales, un 24%

Entre las muchas consecuencias negativas del problema demográfico al que se enfrenta la provincia de Ourense, está la pérdida de población joven, esa sobre la que se debe sustentar las cotizaciones a la Seguridad Social, o el relevo generacional, en definitiva, el futuro del territorio. A tenor de los datos, la situación es extremadamente preocupante, ya que en la última década, Ourense ha perdido casi 25.000 habitantes (24.584) entre los 15 y los 40 años, prácticamente uno de cada cuatro de los cerca de 103.000 que había empadronados en 2006.

Ese descenso del 24% supone, además, el más elevado en términos porcentuales de toda Galicia, estando el resto de provincias en el entorno del 22% de caída. En el conjunto de la Comunidad, la pérdida de habitantes entre 15 y 39 años asciende a 212.157. De estos, en A Coruña fueron 87.746; en Pontevedra, 76.082; y en Lugo, 23.745.

"Es cierto que las cohortes de población joven han caído en toda España, pero el descenso en el caso ourensano es espectacular", destaca el profesor del Campus, Alberto Vaquero, especialista en cuestiones demográficas, que alerta sobre los perniciosos efectos de esta dinámica: "Afecta sobre todo al mercado de trabajo, ya que la población activa se va reduciendo paulatinamente, lo que supone menos potenciales cotizantes al sistema".

El impactante descenso es, para Vaquero, atribuible a múltiples causas, no solo a la grave crisis ecónomica que ha atravesado la provincia durante los últimos años, que ha puesto patas arriba el mercado laboral y ha provocado la emigración de muchos ourensanos. "Claro que puede estar afectando la falta de oportunidades laborales, pero sobre todo hay un componente estructural que va a ser difícil frenar, un problema de naturaleza casi permanente", sostiene.

Si se analizan las cifras de población por tramos quinquenales de edad, la mayor sangría se encuentra entre los 20 y los 30 años, tramo que acumula un retroceso de más de 14.000 personas, mientras que entre los 30 y los 39 años se han perdido más de 5.600 jóvenes. Son precisamente estos quienes debían estar reflotando las cifras de natalidad para aventurar un futuro mejor, aunque sin embargo los alumbramientos no paran de caer, llegando con los últimos datos conocidos a menos de cinco niños al día.

"Para asentar población hay que generar empleo de calidad y resolver, paralelamente, el problema de la vivienda. Es poco comprensible que teniendo un problema demográfico por falta de nacimientos no haya verdaderas medidas para fomentar la natalidad", critica Vaquero.

Más mayores

El retroceso de la juventud contrasta con el aumento de la parte superior de la pirámide poblacional, que a partir de los 40 años refleja un ligero crecimiento de más de un millar de personas en comparación con el padrón de 2006. Las mayores subidas se dan a partir de los 80 años, con casi 7.600 personas más que superan esa edad en comparación con los datos de hace una década,aunque también hay una importante subida del padrón entre los 45 y los 60 años, algo más de 3.000 ciudadanos.

"Desde la perspectiva demográfica, es uno de los peores resultados, tenemos un gravísimo problema", resume el experto.

Solo 11 concellos rebajan la edad media de 50 años

En una provincia que ya ha superado los 50 años de edad media, ostentando la más alta de España, solo 11 de los 92 concellos están por debajo de esa cifra. Se trata de Allariz, Barbadás, O Barco, A Rúa, Carballiño, Ourense, Xinzo, Ribadavia, Verín, Pereiro y San Cibrao. En estos municipios, que abarcan la capital, su área de influencia y las principales villas (solo Celanova se desmarca) se concentra el 72,24% de la población joven de la provincia, más de 56.000 personas. La situación no extraña a Alberto Vaquero.

"Hay que tener en cuenta que el despoblamiento del rural se debe a cuestiones, en su mayor parte, económicas, por lo que salen buscando esas oportunidades a zonas donde pueda haber oportunidades", sostiene el experto en cuestiones demográficas.

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