Ourensanos en Cataluña: Entre el "dereito a decidir" y el "capricho catalán"

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photo_camera Instantánea aérea de la manifestación en la Diada.

Ourensanos residentes en tierras catalanas dan su punto de vista sobre la situación política que vive la comunidad en la que viven

Los ourensanos residentes en Cataluña se dividen entre los que están implicados en el proceso o los que le restan importancia desde el respeto. Silvio Falcón, politólogo de 27 años, hijo de emigrantes de Grou (Lobios), cree que "non hai división, senón diversidade de opinións, como corresponde nunha sociedade plural e diversa". Dice que hay una mezcla de "normalidade e preocupación" en la calle, aunque incide en que la gente "sabe que o independentismo é pacífico".

Cree que el Estado tuvo una reacción "desproporcionada" con las detenciones y considera que "hai un grande consenso en canto ao referendo". 

Santiago Diéguez, realizador audiovisual residente en Barcelona desde hace cinco años, cree que en el "día a día" no hay crispación. Sostiene que el resultado tendrá efectos "en el campo simbólico" y manifiesta rotundamente que nunca se ha sentido "desplazado" en Cataluña. "Solo me ha cansado la centralización de la discusión política en el Procés", asegura. 

 Uxía Estévez, de 24 años, es una estudiante de fotografía del concello de A Arnoia, y lleva un año residiendo en el barrio de Gràcia. Cree que tras el 1-O "non haberá un gran cambio", aunque especifica que "si que se nota un maior movemento independentista, a nivel de manifestacións, esteladas nos balcóns, ou carteis". Esta joven señala que a pie de calle "a xente atende máis ao seu día a día que ao proceso" y señala que no le preocupa "en absoluto" porque, pase lo que pase, "é un proceso que durará anos". 

Rebeca Canal, comunicadora digital, de 25 años, llegó hace pocas semanas a Barcelona. Percibe todo "muy revuelto y agitado" y cree que se debería dejar a los catalanes votar "de una manera legal y controlada", aunque defiende que este "capricho catalán" no es lo suficientemente importante en un contexto de crisis y terrorismo. Nota, eso sí, que la gente en Cataluña "se está uniendo más que separando". 

Anxo Baranga, nacido en Córgomo, Vilamartín, hace 60 años, lleva desde el 1979 en la ciudad condal. Es pintor, dibujante de cómics, director y actor de teatro. Lo tiene claro. "Se hai división na sociedade catalá será por outra causa, pero non polo 1-O", dice Baranga, quien se une a la tesis de que están "máis unidos ca nunca". Ve a la gente "alegre" y "optimista" sin "dramatismos". El valdeorrés percibe en sus vecinos que "hai moitas ganas de votar, e os rexistros e detencións da Policía non conseguen disuadir a ninguén". 

Alba Salgado, de 27 años, sostiene que "ninguén se esperaba este nivel de censura por parte do Estado" y cree que esto "reforza as ideas independentistas da xente máis neutra". Se siente "cada vez máis querida" en Cataluña, y destaca que el independentismo no es "nin xenófobo nin racista". 

Ariana López Pereira, de 25 años, lleva ya tres en Barcelona y cree que el conflicto se gestionó mal, pide más "diálogo" aunque cree que "ya es demasiado tarde y esto solo puede ir a peor", y destaca su "acuerdo total" con el referéndum. 

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