DATOS DE LA PROVINCIA

Los ourensanos mantienen su marcada identidad dentro de los lazos con Galicia

La provincia es más de tanatorios y bares que Pontevedra, Lugo y A Coruña; se casa poco pero antes y tiene menos hijos, aunque adelanta la maternidad

La provincia de Ourense ha ocupado un espacio histórico muy importante en la comunidad autónoma gallega, pero va menguando. Los ourensanos son cada vez menos en Galicia. Si a principio del siglo XX suponían el 20,2% de todos los gallegos, las cifras han ido decayendo categóricamente con el paso de los años. La fuerte emigración y la escasa tasa de natalidad ha provocado que  ya bien entrado el siglo XXI los ourensanos apenas sean el 11% de todos los habitantes de Galicia.  En general, Ourense se parece al resto de Galicia, pero con características muy claras que la diferencian del resto de provincias. 


Población


Ourense está a la cola de Galicia en el número de habitantes. Y la diferencia cada vez es mayor, si bien en los últimos dos años se ha atenuado la caída poblacional, con la llegada de inmigrantes. De los 2.700.970 gallegos registrados en los padrones municipales a principios de este 2018, los ourensanos son 309.112, un 11,4 % del total. La provincia tiene un 4,2% de población extranjera, según los últimos datos que hizo públicos el Instituto Galego de Estatística (IGE). En este apartado se destaca claramente por encima de la media gallega. En Pontevedra, los extranjeros apenas suponen el 3,1% de las cifras totales de población; en A Coruña son menos, el 2,9%, y en Lugo un 3,7%.


El negocio de la muerte


Galicia tiene un problema con el envejecimiento. Y Ourense lo lidera superando la media de edad de 50 años, siendo la única provincia gallega que lo hace. Así, destaca el empuje de las empresas funerarias, con el mayor número per cápita y también con el mayor número de tanatorios de toda Galicia.


Fecundidad


Las perspectivas de futuro para afrontar el fuerte declive demográfico se miden en muchos casos por la tasa de fecundidad. Y en ese apartado, las mujeres ourensanas  están a la cola. Con apenas 29,2 nacidos por cada 1.000 mujeres, está muy por detrás de las 32,5 de A Coruña, las 32,2 de Lugo o las 33,4 de Pontevedra. Y eso, teniendo en cuenta que Galicia se queda particularmente detrás de la media nacional, que asciende a 37 nacidos por cada 1.000 mujeres. Eso sí, las ourensanas son las que antes se animan a tener el primer hijo, con una edad media de primera maternidad de 31,36 años. 


Estructura de población


La estructura poblacional de Ourense no tiene parangón en toda Galicia. Pese a estar a la cola en población, los 92 concellos ourensanos son casi un tercio de todos los de Galicia. Solo los superan en número los 93 de A Coruña. En Pontevedra se quedan con 61 y en Lugo con 67. Es por ello, que según la Fegamp, hasta 24 de los concellos ourensanos están en riesgo de extinción. Y la estructura más genuinamente gallega, la de las parroquias, también tiene un importante dominio ourensano.  Hay 915 parroquias de un total de 3.772 en toda Galicia. Y todo esto en  7.273 kilómetros cuadrados, lejos de otras gallegas, como A Coruña (7.950 km2) o Lugo (9.856), pero por delante de Pontevedra (4.494 km2). 


Pocas bodas


Los ourensanos contraen matrimonio cada vez menos. Los enlaces  realizados en Ourense tienen cada vez menos peso a nivel gallego. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), apenas un 8,8% de los matrimonios registrados en 2016 en la comunidad se realizaron en Ourense. De hecho, la provincia tiene la tasa de nupcialidad más baja de Galicia (2,66) , aunque tanto hombres como mujeres son los más precoces a la hora de casarse.


Desempleo


Ourense es la tercera provincia gallega con mayor porcentaje de parados. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), hay un 14,3% de personas en situación de desempleo, por detrás del 9,7% de Lugo y el 13,9% de A Coruña.  Supera con creces, eso sí, los datos que ofrece Pontevedra, donde el porcentaje de parados asciende al 18,7%. Los menores de 30 años de la provincia superan la media gallega en actividad laboral, aunque su peso demográfico es débil. 


Pocas afiliaciones


Muchos pensionistas y pocos afiliados a la Seguridad Social. Todavía se pagan más de 108.000 pensiones en la provincia, aunque los afiliados están remontando. Ya hay algo más de 103.000 afiliados a la Seguridad Social en la provincia de Ourense, por lo que se ha estrechado la diferencia, aun manteniéndose como la única provincia española con menos afiliados que pensiones. 


Poca agricultura e industria 


La provincia ha ido consolidando el peso del sector servicios, en detrimento de sectores como la agricultura, la industria o la construcción. En 2008 la agricultura daba trabajo al 7,9% de ourensanos, ahora al 4,7%. Así, sorprendentemente, los ourensanos son los que menos trabajan en la agricultura, pese al carácter eminentemente rural. La industria da trabajo al 13,9% de los activos, por detrás de Pontevedra y A Coruña. Los servicios concentran ya al 66% de los trabajadores, cifra solo superada por A Coruña. 


Menos inversión pública


La inversión pública realizada el año pasado por los diferentes organismos (Xunta, Estado, diputaciones, universidades), triplica en las provincias de A Coruña y Pontevedra lo gastado en Ourense. Con 78,8 millones de euros, superó la inversión de 72 millones en Lugo, pero se quedó muy atrás de los 255 millones de  A Coruña y los 205,9 de Pontevedra. Las cifras se han mantenido, con altibajos, más o menos inalterables en el último lustro. 


Uso de la lengua propia


El 63% de los ourensanos habla siempre en gallego o más en gallego que en castellano, según los últimos datos del IGE. Solo Lugo supera en uso de la lengua propia a Ourense, al situarse en el 70,54%  Más atrás quedan ya las provincias de Pontevedra y A Coruña. 


Otras costumbres: más bares


Las costumbres no son en toda Galicia, ni la estructura empresarial. En Ourense, por ejemplo, parece que gusta ir de bares. Con cuatro bares por cada mil habitantes, es la cuarta provincia española que más tiene y adelanta a A Coruña (3,27) Lugo (3,03) o Pontevedra (2,54), según los datos de la Federación Española de Hostelería. 


El DAFO de Ourense: débil pero con oportunidades


En los estudios que realizan en el  Grupo GEN de investigación de la Universidad de Vigo, "siempre se ha tenido en cuenta el análisis de la economía provincial", señala el profesor del Campus Alberto Vaquero. Para ello, han realizado una matriz DAFO, una herramienta que permite encontrar "factores estratégicos para garantizar los cambios necesarios". Por ello, se hace un análisis para "minimizar las debilidades, reducir las amenazas, consolidar las fortalezas y aprovechar las ventajas de las oportunidades", dice Vaquero. 

Y, ¿en qué necesita Ourense mejorar? ¿En qué está mejor? Entre las debilidades de la economía ourensana que cita el profesor Vaquero está la " excesiva concentración de la actividad económica en ciertas zonas, en especial en la comarca de Ourense, lo que se traduce en una polarización de nuestra capacidad productiva".

 En segundo lugar, un modelo productivo "donde todavía predominan las actividades con escaso valor añadido, sobre todo por el reducido peso del sector industrial".  En tercer lugar, un sector agrícola que "no ha sido capaz de mejorar sus niveles de productividad."En cuarto lugar, un sector servicios "excesivamente desarrollado, sobre todo en el comercio", y, finalmente, "y a pesar del mantra de la importancia que puede suponer la actividad turística para nuestra provincia,  carecemos deun plan estratégico en este campo. 

Entre las amenazas, el grupo GEN sitúa "el envejecimiento poblacional", que afecta "notablemente a nuestros indicadores laborales, en especial tasa de actividad y ocupación", el crecimiento económico, " menor que la media autonómica y nacional", y  la "excesiva polarización económica en torno al sector servicios, que no favorece la creación de empresas innovadoras. La falta de oportunidades acarrea , a su vez, que "muchos jóvenes se ven obligados a emigrar para encontrar un trabajo acorde con su formación". Vaquero apunta también a que Ourense está "muy castigada por la lacra de la economía sumergida". 

Entre las fortalezas, está el "importante dinamismo del sector

agroalimentario y textil, y en menor medida de la automoción"; y el tejido empresarial, "centrado en la pequeña y muy pequeña empresa, que permite generar un tipo de empleo que resiste mejor en los períodos de recesión económica"

En cuanto a las oportunidades, Vaquero cree que "se debería fomentar adecuadamente el turismo termal, una de nuestras asignaturas pendientes", pero sin obviar otras vías, "como el turismo 'con encanto' en zonas de gran potencial, pero escasamente desarrolladas, y un turismo no estacional y vinculado a la amplia oferta cultural y gastronómica". 

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