ESPERANZA DE VIDA

Los ourensanos mayores son los que más viven de Europa

Ourense. 24-05-2015.Vejez saludable, fotos para Sonia. José Paz
photo_camera Personas mayores cogiendo el autobús en la Alameda de Ourense.

La esperanza de vida de los que ya han cumplido 65, un 30% de la población, rebasa los 21,6 años

Los datos no mienten, pero no cuentan siempre toda la verdad porque les falta la mirada de la realidad cotidiana. Ourense vuelve a ser la provincia gallega con el mayor porcentaje de población con 65 años o más, que, además, va en aumento, según los últimos datos ofrecidos esta semana por el Instituto Galego de Estadística. Un 30 por ciento de los ourensanos supera esta barrera de los 65 frente al 23,6 por ciento de la media gallega. En 2010, eran un 28 por ciento.

Pero en sociedades cada vez más envejecidas, estos datos no siempre deben ir acompañados de connotaciones negativas, porque superar los 65 años en la actualidad para muchos supone entrar en una nueva etapa de la vida más activa.

"Yo estaba deseando jubilarme para poder viajar e ir a todas las cosas que me apetecen, y para hacer algo tan sencillo como tomar el café con las amigas, que antes por el trabajo no podía", afirma María Teresa Iglesias, cuya edad está entre los 65 y los 71 años, se niega a concretarla, con tres hijos y tres nietos. Otros muchos optan por apuntarse a cursos o a grupos de teatro, como el que formó Milucha Rodríguez en El Cercano.

Y es que el dato positivo de las frías estadísticas es que Ourense también ostenta el primer puesto en cuanto a esperanza de vida entre los mayores de 65 años en toda Europa. Las ourensanas vivirán una media de 23,6 años más y los ourensanos unos 19 años. La media gallega es de 21,2 años, la española, 21,4 y la europea se sitúa en 19 ,6 años.

"Me gusta hacer senderismo, caminar mucho, es algo con lo que disfruto. Pensé cuando me jubilé que no iba a saber qué hacer y es todo lo contrario, no paro ahora. Quiero aprovechar cada minuto", señala Antonio Feijóo, de 81 años, autónomo jubilado.

Y es que no todo depende de la edad que marque el D.I, sino de la actitud de cada persona adopte ante cada etapa de la vida. Para los expertos que trabajan con las personas mayores también influye el lugar en el que vivan. "No es lo mismo residir en el rural que en la ciudad. En este momento vivir en los pueblos es mucho peor, porque hay muy pocos habitantes, están mucho más solos y tienen menos opciones para disfrutar de su tiempo", aseguran. Cáritas mantiene para ellos un programa de envejecimiento activo.

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