TRADICIóN RELIGIOSA

Los ourensanos mostraron su devoción al nuevo Os Remedios

photo_camera El obispo Leonardo Lemos se encargó de las bendiciones

Los fieles llenaron el renovado templo y recibieron a la nueva imagen de la Virgen con fuertes aplausos y oraciones 

"¿Te digo una cosa? Cuando la ví, me pareció hasta que me miraba y me puse a llorar". Esa era la emoción que mostraba ayer Luisa Villarino, devota de Nuestra Señora de Os Remedios fuera del ya santuario, porque como afirmó "quise estar en la bendición en la iglesia de María Auxiliadora y, cuando llegué aquí, ya no tenía sitio dentro". Aseguró haber pasado "mucha pena" durante los cuatro años que el templo estuvo cerrado, así que ayer para ella fue "un día muy especial, porque le tengo mucha fe a esta Virgen, que me pareció preciosa". Y de nuevo, las lágrimas se hicieron presentes.

Ninguno de los fieles que en la tarde de ayer abarrotaron, primero la iglesia de María Auxiliadora y después el renovado santuario para asistir a su bendición y apertura, pudieron evitar una sensación muy especial, cuando, tras una rápida procesión de un lugar a otro, entró en su templo la nueva imagen, que fue recibida con sonoros aplausos y oraciones cargadas de fe.

Pero quizás fue un momento algo más especial para Josefa Rodríguez, quien llena de emoción recordaba que "prácticamente nací en esta ermita. Mi madre durante más de cuarenta años, mis hermanas, yo, y ahora más mi hija nos hemos dedicado toda la vida a cuidar este templo y a la Virgen. Y si me dejan lo seguiré haciendo toda la vida". Mientras, miraba admirada la colocación de la nueva imagen en el pedestal que le corresponde en su ya reabierto santuario. "Desde luego hoy es una emoción muy grande", insistía Josefa Rodríguez. La jornada de ayer, víspera de la novena en honor a Nuestra Señora de los Remedios, tuvo su punto de partida en la iglesia de los Salesianos, donde a la derecha del altar se situaba la nueva imagen y a la izquierda la que siempre ha estado en ese templo. Alguna devota un tanto despistada preguntaba, "Cuál es la nueva?", mientras le respondían:"La más moderna de las dos". El sacerdote explicó el proceso a seguir: "Aquí solo se producirá la bendición de la imagen por parte del obispo, y después saldrá primero una cruz, la Virgen, los sacerdotes y el obispo, y después ustedes. Así que pido un poco de paciencia". Y acto seguido solicitaba la colaboración de cuatro voluntarios para portear a la imagen hasta su definitiva ubicación. Mientras, en los Remedios, el nuevo santuario ya estaba casi lleno esperando a la eucaristía, con el conselleiro de Cultura, Jesús Vázquez, el delegado de la Xunta, Rogelio Martínez, y la concejala socialista Aurea Soto, al frente.

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