FESTIVIDAD

Rosquillas y pólvora por primavera

22.03.15.OURENSE.PARQUE.SANLAZARO.SNT.DOMINGO.PROCESION.SANLAZARO.CORPORACION.MUNICIPAL.ACTUACION.BANDA.MUNICIPAL.GAITEIROS.CABEZUDOS.PUESTOS.ROSQUILLAS.QUEMA.MADAMITAS.
photo_camera Imagen de las Madamitas este domingo.

Un año más, la "queima das madamitas" se convirtió en el plato estrella de la programación de la festividad de San Lázaro en la ciudad. 

A mi casa no llegaba la Navidad hasta que "el calvo" de la lotería no susurraba por los altavoces de la televisión aquello de "que la suerte te acompañe". Desde su jubilación, esperamos por las "burbujitas" de la famosa casa de cava, pero a efectos es lo mismo (aunque no tan emotivo).

Si a la Navidad la llamamos Ourense y a los anuncios televisivos los llamamos rosquillas, entonces en la ciudad de As Burgas ocurre lo mismo: no llega la festividad de San Lázaro hasta que las míticas "rosquilleiras" invaden las inmediaciones del céntrico parque.

Y así ocurrió un año más. Seguro que todo aquel que rondase la zona desde el viernes supo que este domingo se celebró San Lázaro, puesto que el parque se convirtió en un auténtico desfile de personas con bolsas llenas del tradicional dulce. Los que hayan ido a visitar a sus abuelas el fin de semana tampoco quedaron exentos de tal conocimiento al ver que el café se acompañaba con las famosas rosquillas. Entonces sí, quedó inaugurado el fin de semana de San Lázaro.

Pero la festividad no todo es dulce. También hay sitio para la pólvora que, pese a la popularidad de las "rosquilleiras", es el plato fuerte de la jornada. A las 13,15 horas se prendió la mecha de la "queima das madamitas". Este rito, traído de varios siglos atrás, representa la purificación frente a las pestes, el hambre y la lepra propias de la sociedad medieval. Pero todo evoluciona, por lo que el actual significado de estos muñecos de papel que giran sobre sí mismos durante unos segundos para acabar ardiendo y convertirse en miles de papeles de colores suspendidos en el aire, supone la purificación tras el invierno y la llegada de la primavera.

Ante un sol radiante y la mirada de centenares de espectadores a las puertas de la Subdelegación del Gobierno, la primera "madamita" comenzó a saltar a la comba hasta que se convirtió en añicos de un petardazo. La segunda era una réplica de un director de orquesta que, batuta en mano, poco tardó en deshacerse también. Una "madamita" acunando a su "bebé" fue la tercera en esfumarse para dar paso a la cuarta de las figuras, una pareja de danzantes que, tras girar varias veces sobre sí mismos al son de los petardos, poco tardaron en perder la forma. Y el público, fiel a la tradición, no se quedó corto con el aplauso tras una estruendosa traca final.

También hubo espacio para la música. Desde las 11,00 horas, un grupo de música tradicional animó las calles del Casco Vello mientras los cabezudos bailaban a su compás. Asimismo, a las 12,30 horas dio comienzo el concierto de la Banda Municipal de Música de Ourense a los pies de "la torre" ante los espectadores que iban cogiendo sitio para el espectáculo de las "madamitas".

Además de lo cultural y lo festivo, el domingo de San Lázaro también está marcado por la parte religiosa, en este caso manifestada por la tradicional misa y procesión de la imagen desde la iglesia de Santo Domingo hasta la iglesia de los Franciscanos. En el evento estuvo presente el alcalde de Ourense, Agustín Fernández, acompañado por varios ediles de la corporación municipal, así como el vicepresidente de la Diputación, Rosendo Fernández, o el portavoz socialista, José Ángel Vázquez Barquero.

Rosquillas, pólvora, música y religión, una combinación que marca el inicio de la primavera en la ciduad.

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