La localidad alemana de Heilbronn celebró, como es tradición, su Día de Europa que este año contó con la presencia del Centro Español, presidido desde hace ocho años por la ourensana Encarnación García.
Todos los dichos están basados en alguna realidad, y aquel que dice que hay un ourensano en todos los rincones del mundo debe ser de los más ciertos. Durante este mes se celebró en la localidad alemana de Heilbronn su tradicional Día de Europa, pero en esta ocasión al gran abanico de nacionalidades que se suman a la fiesta hubo que añadir el expositor del Centro de España, a cuyo frente desde hace ocho años se encuentra la ourensana Encarnación María García Fernández, algo no demasiado frecuente contra lo que pudiera parecer. Las directivas de los centros suelen estar casi siempre presididas por hombres, aunque hayan sido las mujeres las que los han mantenido llenos de actividades.
Paella, tortilla, vino y cerveza Estrella de Galicia formaron parte de la oferta que la caseta española ofreció en esta festividad a todos los vecinos, alemanes, turcos, italianos o de cualquier otra nacionalidad.
Encarnación María García Fernandez nació en Terron, Verín, en 1950 y con 18 años emprendió la aventura hacia la ciudad alemana de Heilbronn. Señala que "este centro se fundó en 1975 y yo siempre colaboré con él. Ahora hace unos 8 años aproximadamente me hice cargo del mismo como presidenta, para pelear porque siga adelante y sigamos teniendo un sitio en el que reunirnos todos los españoles y, por supuesto, también los alemanes que son bienvenidos". Encarnación García llegó al país germano con un contrato para trabajar en una fábrica de hilo textil y acompañada por una tía suya, "fue un poco a la aventura, buscando una vida y un futuro mejor". Aun- que en un principio tal vez Encarnación García esperaba regresar a su tierra, ahora ya no contempla esa posibilidad. "Me casé con un andaluz en 1971 y la verdad es que a Ourense íbamos más cuando aún vivían mis padres, ahora apenas voy porque aunque me quedan familiares, ya no es lo mismo. Vamos más al Sur donde tenemos una casa. Volver es algo que de momento no tenemos pensado, tengo aquí a mis hijas y nietos", asegura.
La presidencia del centro es algo que para Encarnación García supuso un orgullo cuando lo asumió hace ya ocho años. "Es un lugar de encuentro y un referente para los españoles que vivimos aquí. Tenemos medio centenar de miembros y la verdad es que entre todos nos apoyamos y nos damos consuelo. Somos una gran familia".
Esta ourensana mantiene buenos recuerdos de los inicios de la emigración y señala que "en aquella época todos nos apoyábamos porque teníamos una situación similar. Mi miedo era el idioma, pero en la residencia en la que vivíamos había gente de toda España y no tuve problemas para integrarme esos primeros años que suelen ser los más difíciles para todo el mundo".
