REPORTAJE

De Ourense a Mongolia con una vespa solidaria

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photo_camera José Antonio Fernández, en la Plaza Roja de Moscú con su vespa.

Al ourensano José Antonio Fernández todo el mundo le conoce como JAF, "el de la vespa". Recorre el planeta con su moto para concienciar sobre enfermedades tropicales. Mongolia se añade ahora a su mochila solidaria.

El motero ourensano que puede presumir de vespa bendecida por el Papa, José Antonio Fernández–más conocido como JAF–, está de camino a España tras una nueva aventura solidaria sobre ruedas. Este doctor en Farmacia es el responsable del proyecto "Wheels4LIFe", que pretende concienciar a la sociedad sobre enfermedades tropicales como el chagas, la leishmaniosis o la malaria. En cada viaje, JAF busca un proyecto relacionado con estas dolencias para destinar los fondos que recauda en sus rutas por todo el mundo. Mongolia le ha recibido con los brazos abiertos.


Fondos para un hospital


"Ahora mismo estoy en algún lugar de Rusia, de vuelta. Me encuentro realizando el Transiberiano original y lo mejor de la experiencia es la gente. Conocí a personas hospitalarias que me han dado información clave para avanzar en mi ruta, sobre todo moteros. Estoy alucinado", relata al otro lado del teléfono el motero ourensano. En sus redes sociales comparte fotografías de su tuneada vespa, con lugareños y gente que se encuentra en su camino solidario para aplaudir y apoyar su iniciativa. "Esta vez, los fondos recaudados irán a parar al hospital de Monkole, en la periferia de  Kinshasa, en el Congo. Allí atienden a muchos niños y madres que padecen este tipo de enfermedades", explica JAF

 Con miles de kilómetros a sus espaldas, el ourensano siempre encuentra "baches" en la ruta. "El viaje ha sido bastante duro por las condiciones del terreno. Tuve un problema y se estropeó la dirección de la moto, pero tiré con ella como pude", cuenta. 


Nuevo destino


Las carreteras rusas no han podido con la energía y la misión de JAF, que cuenta los 27.000 kilómetros solidarios que llegarán a su fin a principios del mes de agosto, cuando tiene previsto regresar a España y abrazar a los suyos. "Ya hay ganas de ver a la familia y a los amigos", admite. Eso sí, ya tiene fijado el próximo destino: "Cruzar el mar Báltico en invierno", dice. 

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