ENTREVISTA

Paco Gallego: "Quiero ser profesor, poder transmitirle mi experiencia a las nuevas generaciones"

Ourense 21-9-2017 fotos peluquero
photo_camera Nanda, Paco y Geles, ayer en Gallego Estilismo.

Gallego Estilismo, la trilogía formada por Paco Gallego y sus sobrinas Nanda y Geles Amorín, en el número 7 de la calle Juan XXIII, cumple 25 años.

 "Somos un trío muy bien avenido, por eso llevamos 25 años juntos", subraya Paco Gallego, uno de los rostros más conocidos en Ourense gracias a su labor profesional en el salón y en la cadena de televisión Telemiño.

Cuando abrió, ¿esperaba estar tanto tiempo? 

Sí, era mi intención. 25 años ya, una barbaridad. Y quiero más, me gustaría ser profesor de peluquería, poder transmitir mi experiencia a las nuevas generaciones. En ello estoy.

¿Cuándo supo que quería ser peluquero, estilista?

Desde pequeñito, tendría 13 ó 14 años. Desde que los domingos por la mañana ya cortaba el pelo y afeitaba en la peluquería de mi pueblo para sacarme un dinerillo. Surgió porque me lo pidió mi padre, yo le cortaba el pelo a mis profesores.

¿Es este mundo como usted esperaba?

Cuando empezamos, en Ourense la gente era más bien conservadora, lo de la modernidad como que no iba mucho con ella. Con el paso de los años te das cuenta que el trato y los detalles son muy importantes, que el estilismo de hoy es favorecedor y de calidad. Lo radical no vende, eso queda para los desfiles de moda.

Será por peluquerías en Ourense...

Es que en Ourense hay muy buenos profesionales, eso por encima de todo. Y no se trata de tomártelo como competencia, simplemente es gente que trabaja en lo mismo que tú, cada uno con su estilo. Imagínese que toda la gente de Ourense quisiera venir a la mía, ¿dónde la metía? En nuestra profesión nadie habla mal de nadie, no hay rivalidades.

Si volviera a nacer ¿volvería a ser estilista?

Bueno, de pequeño quería ser bailarín de danza clásica... Tampoco me importaría el mundo de la tele, te engancha. Una clienta que es psicóloga me dice siempre que le gusto porque nunca caigo en la monotonía. A mí me gusta disfrutar de mi profesión, me encanta que la gente se arregle todo lo que pueda.

A eso vamos, a la tele. ¿Algo ayudará ser una cara tan conocida y siempre de buen rollo, no?

Ayuda, aunque ya venía gente antes de entrar yo en la tele. Pero sí, estar en el candelero siempre es bueno. Me gusta cambiar mucho de vestuario, la tele vende. ¿Que transmito alegría? Pues muchas gracias, ya se sabe que una sonrisa abre un millar de puertas. Yo no estoy para contar penas, las penas que las cuenten los que vienen. Muchos me dicen que hablar conmigo les relaja, me encanta. Somos un salón en el centro de una gran ciudad y muchos nos tildan de caros. Es un sambenito injusto, no lo somos.

¿Ha cambiado mucho Ourense en este cuarto de siglo? Mire que usted lo ve desde la puerta...

Muchísimo, Ourense es la ciudad más avanzada de Galicia a la hora de entender la moda y el estilismo, la peluquería. Aquí la gente tiene otro estilo, es más abierta.

Qué sería de usted si no pudiese disfrazarse...

¡Es que yo nací al lado de Verín! Me he disfrazado de todo y más. Pero le digo una cosa, ninguno causa tanta sensación como cuando un chico se viste de chica. Me di cuenta enseguida, por eso lo he explotado al máximo.

Otros 25 años por lo menos, ¿no?

Desde luego. Acabo de cumplir 50, si no trabajo qué hago, ¿aburrirme en casa y engordar sentado en el sofá? Quiero seguir al pie del cañón, no quiero dejar esta profesión. Y quiero ser profesor, ese sería mi gran bombazo. 

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