SEIXALBO

Paquita, Nicanor y Vicentiño regresan a casa

<p></p>
photo_camera Vecinos de Seixalbo, ayer en el Domingo Oleiro

La sencilla inauguración de una plaza en honor a los retornados mecos y a su hijo, la novedad más significativa este año del Domingo Oleiro

El regreso de Paquita y Nicanor y su hijo Vicentiño. Ése fue el encanto del Domingo Oleiro de Seixalbo. Después de un año dando la vuelta al mundo, esta pareja de mecos vuelve a casa con el nene acompañados por los habitantes del pueblo, entre los que podía encontrarse a árabes, indios o mexicanos.

La novedad este año fue la inauguración de la llamada plaza Paquita y Nicanor. Sencilla pero emotiva. La inauguración, no la plaza. Una pequeña placa y un pregón a cargo de Roberto el panadero, el presidente de los panaderos de Galicia, y Pilar, conocida como Pilar de la plaza, una señora muy mayor y a la vez entrañable. Pregón breve pero muy divertido, el primer mandamiento de cualquier entroido. Hasta que finalice, la pareja y el niño estarán en un balcón de una de las viviendas de la Praza Maior de Seixalbo.

Con Paquita y Nicanor en el escenario llegó el turno de la música, canciones alegres que dieron paso a los bailes, a los que todos se apuntaron.

Notable participación de los vecinos, no tanto como la que se espera el martes de carnaval, el día grande del entroido de Seixalbo, pero sí suficiente para pasar un domingo de fiesta. 

Te puede interesar