ANÁLISIS POLÍTICO

Los partidos intensifican el baile de aspirantes del 26-M

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photo_camera Papeletas electorales en uno de los colegios habilitados para votar en los comicios de 2015.

Indefinición en villas como Xinzo o Ribadavia o tensiones en el PSOE, claves a medio año de los comicios

A menos de medio año para que los vecinos de los 92 concellos ourensanos acudan a las urnas para renovar sus respectivas corporaciones locales, las diferentes fuerzas políticas aceleran el paso para diseñar las candidaturas con las que concurrirán a unos comicios en los que ya no se escogerán los 900 concejales de 2015, sino que la cantidad se reducirá por la pérdida de población que sufre la provincia, que amenaza el volumen de ediles de 16 municipios, creciendo solo San Cibrao al superar los 5.000 habitantes. Con todo, la maquinaria electoral de los partidos está ya funcionando al máximo.

El PP, primera fuerza en la provincia tras las últimas elecciones locales, en las que obtuvo 509 concejales, está oficializando desde hace unas semanas diferentes nombramientos, especialmente aquellas sucesiones de emblemáticos regidores que no continuarán, como Eliseo Fernández (Pereiro de Aguiar), Ernesto Pérez (San Amaro) o Joaquín Prieto (Larouco), pero también opciones para asaltar alcaldías socialistas como las de Petín o Vilamartín de Valdeorras.

Una de las principales incógnitas de los populares está en Xinzo, donde está pendiente la resolución judicial sobre la situación de Antonio Pérez para conocer si sigue en firme su inhabilitación y si puede optar a liderar la candidatura de nuevo. Falta por aclarar también el futuro de Celanova o Maceda.
Por su parte, el PSOE (274 ediles en 2015) afronta el diseño de sus listas en medio de una tormenta generada por el sorprendente adiós del histórico Pachi Vázquez, que amenaza con avivar tensiones como la que se está viviendo en Maceda, agrupación en la que no ha sentado nada bien el aterrizaje desde Compromiso por Galicia de Xabier Oviedo, o que podrían llegar, como en la comarca de Carballiño, donde pervive buena parte de la fuerza del "pachismo".

Tampoco está claro el futuro de alcaldes como el de Ribadavia, Ignacio Gómez, que no ha aclarado si optará a la reelección. Sí está despejado el camino en O Barco, donde nadie discute a Alfredo García, o en el área metropolitana de la ciudad, donde los socialistas cuentan con una amplia cuota de poder.
Mientras, el BNG (73 concejales en 2015) trabaja, según fuentes del partido, para tener todas las listas que presentará cerradas a principios de 2019. Con el recambio ya cerrado para su feudo de Allariz, donde Cristina Cid ha cogido el relevo de Francisco García, apenas ha confirmado que Ramiro Rodríguez liderará de nuevo el proyecto en Xinzo. Desde la fuerza nacionalista aseguran que "levamos meses traballando nas eleccións".

Otros partidos que aspiran a mejorar sus resultados son Compromiso por Galicia, con la intención de presentarse en una treintena de concellos aunque seguramente lastrados por las turbulencias internas de las últimas semanas, con bajas importantes en la ciudad o Maceda; Democracia Ourensana, que dará el salto a más concellos del partido judicial de Ourense para intentar sumar votos para la Diputación; o Ciudadanos, con dificultades para echar raíces en la provincia. Las diferentes mareas municipales que surgieron en 2015 volverán a presentar batalla el próximo mes de mayo. 


Ciudadanos, la incógnita por resolver en la ciudad


Con independencia de algún movimiento inesperado como un proyecto de Pachi Vázquez, que rompía ayer en twitter su silencio para manifestar que "tras tomar una de las decisiones más difíciles de mi vida, si alguien me quiere buscar me encontrará siempre de la raya del medio hacia la izquierda", el tablero político de la ciudad cuenta ya con todas las piezas dispuestas para la batalla electoral de mayo.

Estarán, según se fue sabiendo a lo largo del presente año, los cuatro líderes actuales de los partidos con representación –Jesús Vázquez (PP), Gonzalo P. Jácome (DO), José Ángel Vázquez Barquero (PSOE) y Martiño Xosé Vázquez (OUeC)–, a los que se unen Luis Seara (BNG), Tino Iglesias (CxG) y Benito Iglesias (Adelante), que coinciden en el diagnóstico de "parálisis" del mandato que está a punto de agotarse.

La única incógnita que queda por resolver es quién encabezará el proyecto de Ciudadanos, que en 2015 no concurrió a las elecciones. La formación naranja trabaja para desvelar su aspirante en las próximas semanas para así completar todos los candidatos que lucharán por la Alcaldía. 


La visión provincial de las elecciones, también presente para las formaciones


Los resultados electorales en los 92 concellos servirán también para configurar la Diputación entre 2019 y 2023, cuyos representantes se eligen a partir de los siete partidos judiciales en los que se divide la provincia, siendo fundamental el de Ourense, que aporta 15 de los 25 diputados.

Lo que ocurra en el Pazo Provincial no está pasando, por tanto, desapercibido para los partidos políticos. El PP, en el poder desde hace décadas, otorga gran importancia a la Diputación, como señala habitualmente el presidente de los populares ourensanos, Manuel Baltar, que ya se postuló como aspirante a presidir la institución en 2015 y repetirá en unos meses, convencido de la importancia de un proyecto de provincia.

El actual líder del PSOE ourensano, Rafael Rodríguez Villarino, manifestó durante su campaña a la secretaría xeral de la formación la intención de presentar también un candidato para la Diputación. 

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