REPORTAJE

Paseo por los cinco castros que vigilan la ciudad

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En Galicia hay unos cinco mil castros. Cinco de ellos, en Ourense ciudad. Todos catalogados, salvo el de Santomé, el único excavado, el resto son escenarios de lo más desconocido. 

Madrosende, Castro de Beiro, Val de Gola, San Tomé y Oira. Cinco castros urbanos a los que siempre se nombra, cinco emplazamientos magníficamente "aireados" desde donde se vislumbra la ciudad. 

EIROÁS  (OURENSE).- Reportaje castros; Castro de val de Gola ou de Eiroás (GA32054010). José PazEn Galicia hay alrededor de 5.000 castros, la mayoría sobre terrenos particulares y comunales. Muchos catalogados, donde el propietario tendrá limitadas sus acciones; no percibirá nada a cambio, salvo el título emocional que otorga disponer bajo tus pies un pedazo de terruño con una historia real y otra imaginaria que podrá legar a los suyos; a todos se les exigirá limpieza, lo mismo que al resto del monte. 

Si en origen los castros, siempre protegidos por fosos o parapetos, estaban enclavados en parajes naturales privilegiados donde vislumbrar al enemigo, otear horizonte y comunicarse entre ellos, con el devenir de los tiempos -lógico- se les ha cambiados usos y fisonomía. A muchos los acolmató tierra y maleza; otros asentaron otras construcciones sobre las primigenias, hasta moderneces, así es posible ver en San Lourenzo (Coles) una piscina sobre el terreno del Castro; o en Beiro, presidido por una bella iglesia románica y al lado el cementerio. 


Maleza y protección


Cubiertos y llenos de maleza, que no es problema, al menos en términos arqueológicos para la explotación. "O xacemento mellor protexido é o que está sen excavar", como dice Xulio Rodríguez, director del Museo Arqueolóxico. Otra cuestión distinta sería acondicionarlos para hablar de valor y conocimiento; una simple señalética iluminaría el camino hasta ellos, una tarea compleja.

No están excavados, salvo el de Santomé, pero sí se aprecian catas a modo de intentos de excavación furtiva. ¿Por qué Santomé sí y los otros no? "Excavalos todos é inviable e non ten sentido, ademais o tema da excavación implica manteñemento posterior; esíxecho a lei", apunta Xulio. Santomé por dimensión y hallazgos previos -cerámicas sigillatas aretinas- justificaba una excavación; pero Oira, por proximidad y alusiones históricas seguro que también. "É probable que os restos que apareceron en Peliquín, que é a zona chaira, estén en relación con Santomé, aínda que sexa un asentamento tardoromano".Y añade: "Ademais agora, cos novos descubrementos sobre a zona ao redor da minería aurífera, a Oira hai que buscarlle unha solución, hai que protexelo”. Y quizás, una excavación sería la manera de alejar las dudas. 

Comenzamos la ruta de la mano de un guía de excepción, Manuel Xusto Rodríguez, y una intención, tratar de explorar sobre el terreno, en la medida de lo posible. A la caza de unos escenarios habitados alrededor del cambio de era -I a.C.- y que dos milenios después requieren cierta pericia e imaginación en el enfoque. Como el de Madrosende, en Vilar de Astrés; al que toca apreciar desde la cima, en una loma paralela. Un castro pequeño -1,99 ha-, en la parte alta de una ladera, justo en una línea divisoria de aguas que hace de foso y un meandro a modo de planicie. Sobre la corona hay una torreta de tendido eléctrico, y gracias a ello, un escenario desbrozado por la empresa que así nos permite contornearlo con la mirada.

SAN TOMÉ (OURENSE).- Reportaje castros; castro de San Tomé (GA32054010). José Paz

Desde la propia carretera, ahora en dirección a Ourense se perfila el castro de Val de Gola o Eiroás, mínimo -0,65 ha-, pero se percibe bien, por sus roturas de pendiente, muy pronunciadas y un aspecto ovalado. Llamativo el enorme depósito a sus pies que distorsiona cualquier lógica compositiva, y que al ser una construcción supramunicipal sorteó las medidas cautelares; en Laias, la A-52 se llevó por delante parte del castro. Siguiendo los referentes bibliográficos, y tras un acceso complicado por la maleza y el desnivel del terreno, encontramos restos visibles de la muralla sobre una ladera con el barrio del Pino de fondo; los descubre Xusto, certificando -sobre el terreno- lo escrito por Bieito Pérez Outeiriño. "É grato percibir moitos anos despois que o que deixaron escrito outros segue en pé". Sobre la cima, al margen de alguna antigua vía de paso, también descrita, topamos unas sustanciosas catas de furtivismo; al fondo está el polígono de As Coiñás, y el regato de Val do Regueiro con el que -apunta Xusto- en su día se alimentaría la explotación minera aurífera en Oira.

Oira es la siguiente parada, de 1,015 ha, un castro que en 1932 ya lo citaba Xan de Astorga. Lo más llamativo es su entrada, sobre una planicie rodeada de bosque autóctono y cantos rodados que promete; en su interior encontramos -primero- un canal de agua y luego una mata tupida de vegetación que te retiene el paso y cualquier intento de caminar sobre su planicie, sin embargo sí es posible rodearla de manera lateral alrededor del foso. Aparecen restos de tejas romanas sin demasiado esfuerzo, en manos de Xusto. 


Iglesia y cementerio


Castro de Beiro es el más alejado, en su toponimia no puede ser más explícito. se accede desde Santo André. A sus pies una especie de palco y un gaiteiro en homenaje. En lo alto lo más llamativo es un omnipresente cementerio y una iglesia románica a lomos del castro; a su lado languidece una rectoral en ruinas y un tanatorio con sus vía del aire acondicionado a modo de ojos. Se ve todo rápido, también Ourense de fondo. 

Santomé es la última parada; el único cuyos terrenos -90%- son propiedad municipal. Excavado en varias fases, en una emergió un notorio poblado tardoromano y en la segunda, la zona del castro, se vislumbra muy bien el contenido de las edificaciones "unha rúa con estancias a ambos lados". Ahora está pendiente una nueva intervención -no hay fecha-, "o proxecto está feito e remitido", apunta Xulio Rodríguez, en la ladera que da al río Loña, una zona escarpada y rocosa, cuya logística no será fácil pero que aportará, una vez realizada, una tercera área de visión sobre la zona. Un lugar donde todo es historia y silencio.

                                                          SAN TOMÉ (OURENSE).- Reportaje castros; castro de San Tomé (GA32054010). José Paz

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