El concello de Vigo ejecutará un proyecto de ocho millones para peatonalizar la Porta do Sol, justo en el centro de la ciudad
La apuesta por conseguir unas ciudades más sostenibles y enfocadas al peatón es ya una realidad en las siete urbes gallegas, aunque si hay que hablar de un modelo, hay que viajar hasta el concello de Pontevedra, que se ha convertido en un referente de movilidad, reduciendo el uso del vehículo privado y los accidentes de tráfico, como atropellos. En los últimos 15 años, el gobierno nacionalista de Miguel Ángel Fernández Lores apostó por la peatonalización del centro, un proceso no exento de protestas, pero con resultados que le han dado la razón, recibiendo cada año numerosos premios en diferentes lugares del mundo, que fijan sus ojos en Pontevedra.
Mientras, el resto de ciudades de la Comunidad gallega no quieren quedarse atrás y, poco a poco, van sacando adelante proyectos que expulsan a los vehículos y favorecen el tránsito de los viandantes.
El Concello de Vigo, que hace ya más de una década llevó adelante una apuesta por la peatonalización en zonas alejadas del centro, como el barrio de O Calvario o la plaza de la Independencia, tiene entre manos un ambicioso proyecto presupuestado en más de ocho millones que permitirá eliminar el tráfico rodado de una de sus zonas emblemáticas, la Porta do Sol, construyendo un túnel en la zona que conllevará la creación de una gran plaza que facilitará que se cree un área peatonal que abarcará desde la zona histórica hasta la rúa Urzáiz, pasando por la comercial rúa do Príncipe. El Ayuntamiento vigués también procedió a prohibir la circulación de vehículos en la villa de Bouzas, para poner en valor su casco histórico.
En A Coruña, por su parte, disfrutan desde hace año y medio de un espacio pegado al mar, en La Marina, donde se eliminó el tráfico en superficie mediante la construcción de un gran túnel. Además, el actual gobierno municipal de la Marea Atlántica ha iniciado los trámites para llevar las peatonalizaciones a otros barrios de la ciudad. Está previsto, por ejemplo, que en las próximas semanas los vecinos de Monte Alto tengan que acostumbrarse a las obras que se llevarán a cabo
Proyectos similares se están testando en la capital de Galicia. Santiago de Compostela arrancaba el pasado año la primera fase de la restricción del tráfico en la rúa de San Pedro, en el perímetro de la zona histórica, una medida que generó un intenso debate entre vecinos y comerciantes. Asimismo, en las últimas semanas, se ha puesto en marcha la peatonalización de un tramo de la calle Xoán XXIII, que estará en pruebas hasta el mes de septiembre.
En Lugo, por su parte, la pacificación del tráfico también es uno de los temas recurrentes en la ciudad El gobierno socialista ha comenzado ya estudios para afrontar medidas en el entorno de la Muralla Romana y, en uno de los últimos plenos, consiguió los apoyos necesarios para aprobar una modificación de crédito de 1,3 millones de euros que permitirá peatonalizar Quiroga Ballesteros y la plaza de la Milagrosa. El proyecto contempla también la cubrición de la vía para espolear el comercio asentado en la zona y dinamizarla.
Por último, en el Concello de Ferrol, los grupos políticos tratan desde hace semanas una nueva ordenanza para regular el estacionamiento en la ciudad, que según el alcalde ferrolano, Jorge Suárez, es imprescindible para eliminar el tráfico rodado de todo el centro. La medida ha generado un importante debate en la ciudad departamental, que no quiere perder la ola de la generación de espacios exclusivos para peatones.
