Pensiones para apretarse el cinturón

photo_camera Sara Feijóo Vázquez en el balcón de su casa de Beade.

Un importante número de pensionistas de Ourense están acostumbrados a apretarse el cinturón -como ya hicieron durante su vida laboral, por cierto-. Pensiones bajas con las que tienen que sortear la dura realidad.

La provincia de Ourense cuenta, mes tras mes, con la pensión media contributiva más baja de España, una realidad a la que el secretario provincial de UGT, José Luis Fernández Celis, le encuentra explicación "en el elevado número de personas que han estado trabajando en el campo, esas pensiones de la agraria son las más bajas existentes y eso es lo que tira de la media de la pensión en la provincia".

Una de estas personas es Sara Feijóo Vázquez, que cobra una pensión "de 600 euros". Sara vive en la actualidad en la casa de sus padres, en Beade. "Tenía una casa propia, pero tuve que dejarla para reducir costes", explica esta pensionista que añade que, como muchos otros, "tuve que vender varias fincas de la familia para cotizar lo suficiente para tener ahora esta jubilación de 600 euros". Un dinero que no le permite grandes alegrías. Como subraya, "cuando llega uno de esos recibos grandes, como el de la contribución, hay que hacer números". Sara, como muchos otros de su generación, está acostumbrada a apretarse el cinturón. "Yo nunca me marché de vacaciones ni fui a tomar un café fuera", afirma. Con 70 años cumplidos y tras haber aportado su granito de arena a la sociedad parece que en ese cinturón todavía deben quedar agujeros.

Como en el de Antonia Fernández, del Ribeiro, que cobra 601,90 euros. Esos 90 céntimos está claro que son importantes para esta perceptora de la agraria, que no duda en decir que "esa subida que ha aprobado el Gobierno no nos arregla nada, porque la cesta de la compra sube mucho más". Y a la cesta de la compra "hay que añadir la luz, el teléfono, la contribución...El peor mes es cuando coincide el seguro del coche con el pago del recibo de la contribución".

Antonia tiene "unas tierras de viñedo que en los tiempos en que se adquirieron eran un capital, pero ahora se han devaluado muchísimo, como el precio de la uva, que ha bajado más de un 60 % en los últimos años".

Y eso que, para muchos de estos pensionistas, su salvación "está en esos pequeños huertos propios o tierras de labranza donde cultivan lo suficiente para el autoabastecimiento", señala Fernández Celis, que apunta que "el problema es que esas pensiones tan bajas se enfrentan a una constante subida de precios en los productos que se pueden encontrar en supermercados o tiendas".

Los próximos años notarán un cambio al respecto, ya que en los últimos 30 ya ha descendido de un 60 % a tan sólo un 12 % el peso de la población dedicada al trabajo en el rural dentro de la provincia de Ourense. Pero de momento hay muchos pensionistas que siguen haciendo cuentas con sus pensiones, las más bajas de España.

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