El presidente de honor del Grupo Pérez Rumbao protagonizó, junto con el exministro Manuel Pimentel, el Foro La Región
El Centro Cultural Marcos Valcárcel de la Diputación acogió a una amplia representación del mundo empresarial, social e institucional de la provincia, en el marco de una cena-coloquio organizada por Foro La Región - Ourense Nueva Velocidad, y patrocinado por el Banco Pastor, en el que los asistentes pudieron conocer de primera mano la experiencia y opiniones de uno de los referentes empresariales de la provincia, Emilio Pérez Nieto, presidente de honor y consejero delegado del Grupo Pérez Rumbao, que habló de "La historia de una empresa familiar: del abuelo al bisnieto", así como de Manuel Pimentel, empresario y ex ministro de Trabajo, que habló sobre "Entorno económico y perspectiva empresarial".
La cena-coloquio se inició con una presentación a cargo del director de La Región, Xosé Pastoriza, que destacó la importancia de estos foros de encuentro puestos en marcha en el 2011 "para generar movimientos, por pequeños que sean, que nos ayuden a acelerar nuestras posibilidades de colocarnos en un futuro competitivo". Juan Manuel Naveiro, director regional del Banco Pastor en Ourense y Lugo, agradeció que ambos ponentes "nos enriquezcan con su particular visión de la economía y la empresa".
Posteriormente, se dio paso al primer ponente, al que Pastoriza puso como "ejemplo de éxito empresarial" con un grupo, Pérez Rumbao, que "representa nada menos que 16 marcas de automóviles y vehículos industriales" y factura "más de tres millones de euros anuales". Un grupo empresarial que nació "en el año 1922, con mi bisabuelo", según relató Emilio Pérez Nieto, quien también recordó que "de aquellos comienzos se hizo eco La Región con un anuncio de las mejores 'mazadoras".
Pérez Nieto, que incidió en el hecho de que "ser empresario es vivir en plenitud de incertidumbres y disfrutar de algunas satisfacciones", situó como lema para las empresas de hoy en día "la evolución permanente, en un mundo tan cambiante". Una dinámica de la que fue buen ejemplo el Grupo Pérez Rumbao a lo largo de casi un siglo, desde esos años 20 en que se inició en la empresa el bisabuelo de la familia, pasando por el abuelo, que a finales de esos años 20 "tuvo que cambiar la distribución de gasolina por el mundo de los recambios para automoción, que vendía en un bajo de la calle Progreso". La saga tendría continuidad con el padre de Emilio Pérez Nieto, Ramón Pérez Rumbao, en los años 40, en concreto con esa "primera gasolinera instalada en la calle Progreso, donde todavía permanece, así como con la venta de bicicletas". Después vendrían en los años 50 el primer concesionario de Seat y de Pegaso, y en los 60 un nuevo relevo generacional. "Fue en noviembre de 1965 y mi padre -en el momento de decidir que Emilio tomaría el mando de la empresa- me dio una pluma, diciéndome: ‘Toma decisiones, firma lo que puedas firmar y lo que no puedas firmar, no lo firmes nunca".
Otro lema, el de tomar decisiones, marcó los siguientes años de la empresa familiar, muy especialmente en su apuesta por la fábrica de carrocerías UNVI, "en la que perdimos el dinero invertido", lo que lejos de llevarles a tirar la toalla les animó a "reconvertirnos, contratando a gente profesional que nos diferenciara en el mercado". Gracias a esa apuesta, "ese embrión fracasado es hoy día puntero en su sector, con un 90 % de la producción destinada a la exportación", destacó Pérez Nieto.
Manuel Pimentel
Después, también hizo hincapié Manuel Pimentel en lo importante que es tomar decisiones para un empresario, hasta el punto de afirmar que "lo que somos hoy está mucho más vinculado a las decisiones tomadas que al talento que podamos tener". Por eso recomendó "pensar de vez en cuando antes de decir, para escoger la mejor opción".
Después de dejar claro que "lo que estamos viviendo es algo más profundo que una crisis como las vividas hasta ahora", señaló tres claves que marcan la actual economía: "Una crisis financiera que arranca en el 2007 y de la que todavía no se ha salido; la globalización de mercados -que obliga a apostar por la exportación-, y la revolución tecnológica".
Pimentel reconoció que "la economía española está mejor que hace un año", pero señaló que el gran problema es la deuda, tanto del Estado como de los particulares, que lleva a que "la empresa española sea, junto con la de Chipre, la más endeudada del mundo".
Haciendo un ejercicio de adivinación del futuro más próximo, señaló que "aunque la banca está mucho más saneada", sólo se prevé que no tengan problemas para recibir dinero "las empresas solventes. Aquellas que lo necesiten para refinanciarse y mantenerse viables, van a tener que esperar". Su hipótesis de futuro es que "seguiremos creciendo", aunque no al ritmo que ha aventurado el Gobierno en los presupuestos, sino "más moderadamente".
