JUICIO

El pirómano de Manzaneda tiene una inteligencia límite

Ourense. 29-01-15. Sucesos. 2º día de xuizo ó pirómano de Manzaneda.
Foto: Xesús Fariñas
photo_camera Carlos García Basalo, ayer en la última sesión del juicio (XESÚS FARIÑAS)

Las acusaciones pidieron 26 años de cárcel por tentativa de asesinato y obstrucción a la justicia

En el segundo día del juicio desarrollado en la Audiencia de Ourense, los peritos del Servicio de Medicina Legal corroboraron la existencia de varias fracturas en el cuerpo y en la cabeza de las personas a las que lesionó el inculpado, Carlos García Basalo, con un hacha el 2 de enero de 2013 en Rebodepó (Manzaneda). Bernardino Rodríguez (66 años) sufrió "una fractura craneal con hundimiento", por la que requirió 23 puntos de sutura.

El peor parado fue Ángel Basalo (84 años), quien el miércoles no pudo declarar debido a su avanzada edad. Estuvo intubado y sedado durante los tres días que estuvo en la UCI (casi una mes en el hospital). Según los forenses, de no haber recibido atención médica, "con toda probabilidad casi se puede asegurar que (su estado de salud) se hubiese complicado y hubiese podido morir".

En lo que respecta a las capacidades del acusado, los forenses consideran que García Basalo "entiende perfectamente que lo que hizo está mal", aunque a preguntas de la defensa precisaron que su nivel de inteligencia es "borderline" (límite), lo que supone que "limita la normalidad aunque tiene capacidad para entender".

Los informes de la Guardia Civil resaltaron la contundencia de las heridas, que requería "un impulso notorio" a la hora de infligir ese daño y han corroborado que los restos biológicos son "indubitados" de los dos hombres atacados.

Tanto el fiscal como la acusación particular ratificaron sus peticiones iniciales y la defensa pidió la libre absolución para el acusado por dos delitos de tentativa de asesinato, reclamando que el veredicto "se ajuste al delito de lesiones graves" con la atenuante del alcoholismo. Adujo los problemas con la bebida del inculpado, la falta de intención de acabar con vidas humanas y la enemistad manifiesta.

El fiscal y la acusación particular que presenta a los vecinos lesionados son partidarios de una condena de 26 años de prisión, desgranados en una pena de nueve años por cada una de las tentativas de asesinato y cuatro más por el delito de obstrucción a la justicia. En su exposición, el fiscal recordó que los testigos coincidieron en que las amenazas proferidas por el acusado "eran conocidas" en el pueblo. Sustentó la intención de matar en que los dos hombres declararon en su contra en un juicio.

Según el letrado de la acusación particular, Carlos García "buscó la sorpresa para que no tuvieran la más mínima posibilidad de defensa y por eso salió con un hacha de su casa". También profundizó en la gravedad de las heridas, que fueron realizadas "con la violencia necesaria que pudiese llevar a la víctima a la muerte" y subrayó que "fue la suerte lo que impidió que hubieran muerto".

Por su parte, la defensa se centró en el "retrato del acusado", a quien definió como una persona "con pocas habilidades para resolver conflictos", que actúa por instintos primarios, para lo cual aportó varios documentos realizados en el centro penitenciario de Pereiro, recogidos en la causa. Así, destacó que "las rencillas" entre estos vecinos "eran antiguas", un hecho con el que cree que demostraría que no hubo intencionalidad de matar.

Te puede interesar