Los grandes comercios y supermercados abrieron ayer sus puertas en Ourense sin conseguir atraer a mucha gente. Con las calles y tiendas casi vacías fueron pocos los que renunciaron al sol para reponer los armarios.
La apertura de las grandes superficies comerciales tuvo muy escasa repercusión. Los centros comerciales presentaron durante la mayor parte del día un aspecto muy similar al de las semidesiertas calles de la ciudad. Día festivo, periodo de vacaciones y calor, tres factores que se aunaron ayer para que las tiendas abiertas apenas recibieron a clientes y muchos comerciantes y empleados aseguraban que la iniciativa "no merece la pena" en los festivos de verano.
El de ayer era el segundo fin de semana de apertura tras el inicio de las rebajas, pero muy pocos renunciaron al sol. Era la sensación que se compartía entre una gran superficie comercial situada en las afueras de la ciudad y un centro comercial del casco urbano. Algunos esperaban la presencia de algún cliente a última hora, "cuando las piscinas cierran y la gente vuelve de la playa". Algo, que sin embargo no iba a salvar un día que parecía estar perdido: "No hay un alma, es fin de semana de puente y calor y hay mucha menos gente que por la semana", explicó una dependienta.
Precisamente por eso, algunos negocios del centro comercial urgbano admitían que no hubieran abierto de no estar obligados, "no compensa", aseguran.
Además, el perfil del cliente que se acerca a comprar también cambia, reconocen los trabajadores. No hay apenas gente joven y se acercan personas más mayores y familias, algunos llegaron solamente para dar un paseo y se encontraron con las tiendas abiertas. Los comerciantes, mostraron sus dudas sobre que la gente estuviera al tanto de la apertura dominical de los establecimientos y entre los clientes abundaba una mezcla de sorpresa por encontrarlas abiertas. Algunos se acercaron porque lo vieron anunciado el día antes y otros aprovecharon para acercarse y ver los coletazos de las rebajas, que en algunas locales comerciales ya muestran sus segundos descuentos.
Y es que, a pesar de que ayer, los ourensanos no se animaron a ir a comprar, los comercios aseguran que sí lo siguen haciendo por la semana. Siguen acercándose a buscar los saldos más que lo de nueva temporada, un comportamiento que desde las tiendas se espera que aumente más incluso al final del periodo de descuentos. Coinciden en que la gente se anima al principio por la gula de la compra y al final, para "ver si queda algo que pueda merecer la pena", aseguró una dependienta.
