De nada ha servido, por el momento, el requerimiento que el alcalde ourensano, Jesús Vázquez, hizo a mediados de junio para resolver las discrepancias con los pliegos de la reforma de la Plaza de Abastos, que naufraga entre departamentos municipales
Como si de la pelota de un partido de tenis de mesa se tratase, el expediente administrativo que debe permitir la reforma integral de la Plaza de Abastos número uno de Ourense recorre desde hace meses el camino entre los departamentos de Intervención y Asesoría Jurídica del Concello de Ourense, cuyos responsables mantienen criterios totalmente dispares sobre varios apartados de los pliegos que tienen que regir el concurso y la obra.
"Es la sexta vez que pasa de un lado a otro, hay una serie de discrepancias", indicaba ayer con cierta resignación el alcalde, Jesús Vázquez, tras ser cuestionado por el estado de un proyecto enquistado.
El jefe de Asesoría Jurídica, que también es el responsable de Contratación, remite los documentos y el interventor los devuelve pidiendo una serie de subsanaciones y reparos que no son compartidos por el primero, lo que devuelve todo al punto de partida sin que se atisbe un pronto desbloqueo que permita llevar adelante un proyecto estratégico para la ciudad, sumido en un vaivén interminable.
En medio de esta reflexión sobre la Plaza, Jesús Vázquez cuestionó también el organigrama administrativo, poniendo el foco en que sea la misma persona la que ocupe los puestos de asesor jurídico y jefe de Contratación, algo que se pretende cambiar con la modificación de la RPT. "Na anterior etapa asignouse así, sen un xefe illado e é algo que non comparto", dijo Vázquez.
Como medida temporal, para tratar de paliar la situación, el Concello ha incorporado dos nuevos técnicos de administración y servicios para "tratar de desenquistar distintos pliegos".
El regidor desveló esto antes de lamentarse por la escasez de personal "en todos os servizos do Concello", achacándolo a la "restricción pola falta de orzamentos e á Lei Montoro". Departamentos como las brigadas de obras o de parques y jardines trabajan, a día de hoy, con tres o cuatro operarios respectivamente. "É o que temos para actuar na cidade", señaló el alcalde ourensano, que no puede esconder su preocupación por este escenario.
