PRIMARIAS - PSOE OURENSE

El poder local sostiene al PSOE tras diez años cediendo apoyos

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photo_camera Fumega, de Carballiño, uno de los 18 alcaldes socialistas de la actualidad.

Rencillas internas y los problemas en la ciudad han laminado un partido que llegó a tener 94.000 votos

Ardua tarea la que le espera por delante al futuro secretario provincial del PSOE de Ourense, que tomará las riendas de un partido que se ha ido desangrando durante los últimos años y que encuentra en el ámbito municipal su único flotador al que agarrarse en la travesía en la que está inmerso.

Es en los concellos donde los socialistas conservan todavía una importante cuota de poder, aunque lejos de las cifras que llegó a alcanzar a finales de la primera década del siglo XXI, coincidiendo con el proyecto a nivel estatal de José Luis Rodríguez Zapatero.

Son 18 los alcaldes que en el actual mandato pertenecen al PSOE y 234 los concejales que se reparten por los municipios. Rige un socialista en villas como Ribadavia, O Barco, Verín o municipios pujantes como el de Barbadás. El gran lastre, sin embargo, está en la ciudad de Ourense, uno de los ayuntamientos que controló tras las elecciones locales de 2007, cuando el apoyo electoral (61.274 votos) le permitió ostentar el bastón de mando en 25 concellos.

Fueron precisamente los problemas en la capital, cuando estalló por los aires el proyecto en 2012 tras la dimisión de Francisco Rodríguez y dejó al partido muy tocado (10.000 votos en las municipales de 2015, seis concejales y tercera fuerza política) y sin ninguna posibilidad de ganar la Diputación, una de las principales causas que explican los problemas del PSOE para ganarse al electorado, pero no la única.

Es imposible pasar por alto las continuas guerras internas que se han librado en el seno de la formación, tanto en lo que respecta a la configuración de las candidaturas en elecciones autonómicas o Generales o en el día a día, algo que no ha gustado a la ciudadanía.

En la segunda victoria electoral de Zapatero, en 2008, el socialismo ourensano aportó 94.315 votos, el doble de los que tuvo las últimas elecciones locales y 50.000 sufragios más que en las últimas Generales. Aquel apoyo le valió enviar dos diputados a Madrid, algo que nunca volvió a suceder.

El balance a nivel autonómico no es menos desolador. Tanto en 2005, coincidiendo con la victoria de Emilio Pérez Touriño, como en 2009, el PSOE liderado en aquel entonces por Pachi Vázquez salió de los comicios autonómicos por encima de los 70.000 votos y, en el segundo caso, con cinco parlamentarios.

Siete años después, en septiembre de 2016, el resultado fue el peor de su historia, con apenas 31.000 personas apostando por el proyecto socialista y quedándose en solo dos diputados. 

Negociaciones sobre alianzas de última hora marcan el cierre de la campaña

Aunque el escenario que casi con total probabilidad será el de los tres candidatos en liza batiéndose en las urnas mañana domingo, los entornos de Pachi Vázquez y Rafael Rodríguez Villarino están en contacto durante los últimos días para analizar posibles acuerdos de cara al proceso orgánico.

En los mentideros socialistas, se llegó a especular con un posible paso atrás de Pachi Vázquez para facilitar un entendimiento, aunque no parece algo que pueda convertirse en realidad, dada la proximidad de los comicios.

En lo que sí coinciden los miembros del partido es que se antoja una batalla equilibrada mañana, de ahí esas ganas de explorar vías para desequilibrarlo. Asimismo, no se puede esconder que, en caso de que nadie consiga la mayoría absoluta y el proceso tenga que ir a una segunda vuelta, el candidato que quede apeado podrá jugar sus cartas para buscar un mejor posicionamiento en los órganos de dirección que se elegirán el 20 de enero, en el Congreso Provincial.

Optimismo

De puertas para afuera, las candidaturas de Rodríguez, Blanco y Vázquez se muestran totalmente convencidos de sus apoyos y son optimistas con los resultados que depararán mañana las urnas. Están en manos del criterio de alrededor de 1.600 afiliados con derecho a voto. Se especula con que la participación podría estar por encima del millar. 

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