Empezó la Selectividad y los nervios del principio se fueron convirtiendo en relax. De hecho, algunos ya pensaban al final de la jornada en irse de vacaciones. Visto lo visto, y como decían muchos, "tampouco foi para tanto".
¡Ni tan mal!". El optimismo era este martes la tónica dominante de la primera jornada de la Selectividad en Ourense. Sin echar las campanas al vuelo, las caras se fueron cambiando desde primera hora de la mañana. El examen de Historia causaba pánico entre muchos de los más de 1.000 alumnos ourensanos que iniciaron las pruebas de acceso a la universidad.
Al final de la jornada había satisfacción, y eso que fue la Selectividad del máximo control. Ni pelo suelto, ni relojes, ni etiquetas en las botellas de agua. Pero alguno ya estaba pensando en el domingo. Ya quieren preparar las maletas e irse a Mallorca a desconectar. Esos planes tenían Brais Álvarez y Brais Pérez (de Salesianos) y David Carballo (del IES As Lagoas), que hablaban a la salida de los exámenes. Aún no querían pensar en estudios futuro: " Ya llegará el tiempo". Ahora, "pasamos los nervios y va todo rodado", decía Álvarez.
La jornada empezó con Lengua Castellana y Literatura, en la que la opción B fue predominante: la Generación del 98. Los alumnos se inclinaron por esa opción frente a la poesía de posguerra, de la A, salvo casos aislados, como el de Carballo, del IES As Lagoas: "A mí la poesía de posguerra me vino estupenda". Los propios profesores también decían que la opción B era mayoritaria.
Algunos renunciaron a los dos puntos de la teoría literaria. "Yo ya iba con la Literatura en blanco; eran dos puntos, y prefería estudiar Historia, que es todo teoría. Pero creo que el examen está aprobado", decía Brais Fernández Yáñez, del IES Otero Pedrayo, y se justificaba: "Todo el mundo descarta algo; salvo los que necesitan una gran nota". En el mismo saco estaba Aarón Soto: "La Literatura también la dejé. Pero espero aprobar y a ver si me da la nota para hacer Magisterio; aunque no sé, aún no miré bien qué hacer".
Desde el Taboada Chivite de Verín, Pablo Santiago y Ana Carnero parece que sí venían preparados en el tema literario. No se quejaban. "No fueron a pillar. Estudié la del 27, el 98, el boom y el modernismo., Cayó la del 98, y ¡genial!. De 12 temas, que estudies cuatro y te caiga uno está bien", explicaba Santiago.
El temor de Historia
A Ana Carnero también le fue "nin tan mal". Cogió la opción B y de la Generación del 98 se lo sabía "todo". Temía la Historia y reconocía que en Galego sí que había pasado de la Literatura. Le salió bien en la primera. "Sempre se confiou no franquismo e en que non caese a transición. Sempre cae", decía antes de entrar en el examen. Y ¡voilá! En una de las opciones allí estaba el franquismo. Ella quiere estudiar ADE, pero fuera de Ourense. "Quero ir a Vigo, que Ourense queda moi cerca de Verín", bromeaba.
La Historia fue el mayor "miedo", decía Sara Blanco, del Otero Pedrayo. Cambiaron el modelo de examen y entraron las definiciones, una de cada siglo. Ya no valía estudiar solo una parte. Pero el miedo ya pasó.
