El letrado de la familia: " Los robos en el Pazo minan la confianza en la Administración de Justicia"
La policía trata seguir la pista de los relojes de colección robados en la caja fuerte de la Audiencia de Ourense y que forman parte de las piezas de convicción del sumario por el asesinato de Tomás Milia en octubre de 2013. Para ello, inspecciona los negocios dedicados a la compraventa de oro por si la persona que los sustrajo trata de deshacerse de ellos o incluso si ya lo hizo. La denuncia en el juzgado de guardia dando cuenta de la desaparición tiene fecha de 10 de febrero de este año pero, según precisan los investigadores, no significa que el robo se cometiera en ese mes.
En la diligencia en la que se da cuenta de la sustracción se notifica que, abierta la caja fuerte para buscar piezas de convicción de otro procedimiento, la persona encargada de la custodia -la secretaria de la Audiencia- se percata de que faltan cinco de los seis relojes que Alexandru Marius Luca (20 años) supuestamente sustrajo de la casa del farmacéutico jubilado Tomás Milia tras apuñalarlo en la noche del 4 de octubre de 2014, previo concierto de un servicio sexual con el joven rumano.
Los relojes de oro depositados en la caja fuerte, todos ellos de bolsillo, fueron tasados el 19 de febrero de 2014 por un perito judicial en 10.400 euros, tras la diligencia acordada por el juez instructor. Una valoración que, según precisa la perito María del Carmen Docabo en su informe, "se realiza por estimación en base a la información genérica obtenida de la documentación aportada por el juzgado, sin perjuicio de posterior modificación o ampliación en el caso de que se aporte información desconocida en el momento de la realización del informe". En este caso, también se llevó a cabo un inspección ocular de los objetos que debían valorarse.
La familia cree que los relojes triplican esa valoración, ya que eran piezas de coleccionista. José Arcos, el letrado que representa a la familia de la víctima en el sumario por el asesinato del farmacéutico Tomás Milia, confirmó ayer que intentó personarse en las diligencias abiertas, declaradas secretas por el juez instructor, Leonardo Álvarez, pero que aún no tuvo respuesta.
Arcos calificó los hechos de "gravísimos" en tanto que "minan el principio de confianza que todo ciudadano debería tener en las instituciones, máxime en la Administración de Justicia". Según añade, reclama al juzgado que se hizo cargo de la investigación que dé cuenta de forma detallada de lo ocurrido.
Las sustracciones no sólo afectan a la Audiencia de Ourense, sino también al Juzgado de Instrucción 3, en donde desapareció un teléfono móvil que también se custodiaba en una caja fuerte con una llave guardada en un cajón. Este teléfono también era una pieza de convicción (objetos intervenidos en causas criminales o instrumentos empleados para cometer un delito).
Fuentes de la Audiencia descartaron que la desaparición de los relojes suponga algún tipo de nulidad del procedimientos o que pueda afectar a la imputación de robo con violencia que pesa sobre el procesado, además de los delitos de homicidio/asesinato, atentado e incendio. "En los autos constan fotografías detalladas de los relojes sustraídos", dicen.
