Los agentes intervinieron horas antes en una discusión que mantuvieron en la calle los inquilinos del piso
La Policía Nacional mantiene una investigación abierta ante la sospecha de que el incendio registrado a las 22,04 horas del pasado domingo en un primer piso del número 19 de la calle Greco de la ciudad, fue provocado. En el fuego, cinco personas necesitaron asistencia sanitaria al resultar intoxicadas por la densa humareda que se acumuló en el inmueble. Entre los lesionados, con edades comprendidas entre 55 y 91 años, están los dos moradores del piso. Los otros tres residen en plantas superiores, sin parentesco entre sí como dieron a conocer inicialmente testigos presenciales. También fueron atendidos dos policías locales por inhalación de monóxido de carbono.
Los agentes se desplazaron ayer hasta en dos ocasiones al piso incendiado, que está precintado. La primera fue sobre las ocho de la mañana a petición de un vecino después de que uno de los inquilinos rompiera el cristal del portal y armara un alboroto con el objetivo de entrar en el piso. Al perecer, le retiraron en la noche del domingo las llaves. La otra fue para recabar información que permita esclarecer el fuego. Los investigadores también buscan pistas entre los vecinos, a los que no sorprendió el incendio, aunque todos aseguran haber pasado miedo. "Tarde o temprano tenía que pasar esto", lamentaba una residente, puntualizando que el humo que se acumuló ennegreció todo el inmueble. "No se podía respirar", añadió.
Los dos inquilinos del piso afectado habían mantenido con anterioridad una discusión en la vía pública, que obligó a intervenir a la Policía, que ayer, según puso saber este periódico, no descartaba que ambos continuaran discutiendo cuando se originaron las llamas. Los agentes ya tuvieron que intervenir en varias ocasiones a petición del vecindario.
Ambos son viejos conocidos en el ambiente policial, por lo que los agentes mantenían ayer abiertas todas las hipótesis.
Veinte pisos conflictivos en la ciudad
El dueño de piso, según dieron a conocer los vecinos, reside fuera de la comunidad autónoma. Se lo alquiló a uno de los hombres, que más tarde dio cobijo al otro para compartir los gastos de alquiler, luz y agua, que, según pudo saber este periódico, son los causantes de la mayoría de las discusiones, de las que los vecinos aseguran "estar hartos". Pero no son los únicos vecinos conflictivos en la ciudad. La Policía tiene contabilizados hasta 20 inmuebles dentro del casco urbano ourensano a los que tiene que acudir con regularidad por peleas y discusiones entre los inquilinos y por increpar al resto de residentes. La mayoría de los altercados, según los datos que manejan los agentes, se producen durante la noche.
