NARCOTRÁFICO

La policía investiga media docena de punto negros de venta de droga

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photo_camera La mercancía y dinero intervenidos a José A.D.S. la pasada semana.

La última detención destapó una nueva modalidad para ocultar la mercancía, en el interior del recto, en ventas en plena calle 

Hasta cuatro personas han pasado este mes a disposición judicial por su presunta participación en operaciones de venta de droga al menudeo en la ciudad. El último, Marcos V.P., alias "Tucumán", de 47 años y con ocho detenciones en su historial delictivo, fue detenido pasadas las diez de la mañana de ayer cuando acababa de vender una dosis de cocaína en plena calle Doctor Fleming a un comprador con el que tan siquiera medió palabra. Una técnica sobre la que la Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Ourense ha puesto el foco. "Se cruzan en la acera, previamente puede haber una llamada perdida al teléfono, y sin mediar palabra intercambian cocaína por dinero", aseguran fuentes policiales. El lugar de entrega y la hora están convenidos de antemano. Tan siquiera se menciona en la comunicación telefónica.

También resultó novedoso para los investigadores la cautela del presunto traficante para esconder la mercancía previamente adquirida en Covadonga, tal como determinó el seguimiento realizado por la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) desde el pasado lunes. Marcos V.P. ocultaba tres gramos de cocaína dentro del recto, con el consiguiente peligro para su vida.

Las salidas de los supuestos distribuidores a la calle para las entregas a demanda convive con un viejo sistema: la venta en pisos o en ciertos locales. La Policía Nacional, según confirma un inspector, tiene "investiga en torno a cinco o seis puntos negros de venta de droga en la ciudad". Covadonga, el casco histórico, ya de una forma más residual con respecto a hace dos décadas, así como varios pisos en el entorno de O Posío (calle Coruña, principalmente) o San Francisco, entre otros. Precisamente, las últimas detenciones de mayo se centraron en esos dos últimos emplazamientos. Según la Policía, salvo el caso de Covadonga, una zona específica en donde el tráfico de drogas sigue siendo el "modus vivendi" de algunos clanes, no hay barrios que destaquen por ser epicentro de operaciones de menudeo. "Los pisos en los que se vende están repartidos por toda la ciudad", dice un agente.

En Covadonga, según los policías consultados, el toxicómano suele comprar y consumir en la vivienda para evitar a la Policía, lo que complica la obtención de pruebas a la hora de solicitar un registro domiciliario.

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