A prisión, tras ser reconocido en una rueda por un joven que corrió tras él
El titular de Instrucción 1, en funciones de guardia, envió a prisión este fin de semana a Rubén R.V., de 38 años, por su presunta participación en cinco asaltos a otras tantas panaderías de Ourense. En todas ellas, actuaba con la cara tapada provisto de un pasamontañas o braga-cuello, intimidando a las empleadas con un cuchillo de grandes dimensiones.
Un cliente que corrió tras él en el último atraco, el ocurrido en Santa Teresita, aunque no logró darle alcance, lo identificó sin fisuras en la rueda de reconocimiento del sábado. Este testigo intentó detener al ladrón al escuchar los gritos de auxilio de la empleada cuando salió del negocio y alertó a los transeúntes. Esta prueba fue clave en tanto que el juez había prorrogado la detención unas horas a la espera de la rueda en la que iban a tomar parte dos testigos, aunque uno de ellos finalmente no pudo ser localizado. Se trata de un policía nacional jubilado que estaba en el interior de su vehículo cuando Rubén R.V., cuchillo en mano, intentó sin éxito que se bajara para apoderarse del coche y huir. No obstante, el agente ya lo había identificado perviamente en el álbum policial.
La Policía Nacional, en el marco de la operación Trigo, detuvo al supuesto asaltante el pasado jueves a los 25 minutos de producirse el último robo en la panadería Rivela, en Santa Teresita.
Los investigadores también les imputan otros atracos perpetrados en el casco viejo y el barrio de San Francisco. En total, cinco robos con intimidación en los que se hizo con un botín de 580 euros. En uno de los negocios, no consiguió su objetivo porque la empleada lo mordió en una mano.
Rubén R.V., con un problema grave de drogadicción, tiene antecedentes policiales por otros robos. Según confesó, consume algo más de tres gramos de heroína y cocaína al día.
